Barkin apuesta por un enfoque equilibrado en la política monetaria

Thomas Barkin: bajar tasas debe mantener presión sobre la inflación

El presidente de la Reserva Federal de Richmond, Thomas Barkin, defendió que la reciente disminución de 25 puntos básicos en la tasa de interés debe actuar como soporte para el mercado laboral, sin renunciar al control inflacionario. A pesar de reconocer presiones al alza sobre los precios, señaló que hay factores emergentes que podrían moderarlas, como mejoras en productividad, resistencia del consumidor y un menor crecimiento salarial.

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Thomas Barkin: bajar tasas debe mantener presión sobre la inflación EPA-EFE/MICHAEL REYNOLDS

En su discurso ante el Instituto Peterson de Economía Internacional, Barkin señaló que la reducción de la tasa de interés en 25 puntos básicos, ejecutada en la última reunión de la Fed, está orientada a acercar la política monetaria a un nivel más neutral: uno que apoye la actividad económica sin desatar una nueva ola inflacionaria.

Aunque el funcionario reconoció que la inflación todavía supera la meta del 2 % y está sujeta a presiones de costos como aranceles, sostuvo que esas fuerzas alcistas podrían moderarse en el futuro próximo. Entre los factores que podrían frenar la escalada de precios, mencionó la renuencia de las empresas para trasladar todos esos costos a los consumidores, mejoras en productividad derivadas de inversiones tecnológicas y una demanda que ya muestra signos de moderación.

Sobre el empleo, Barkin presentó un panorama mixto pero no dramático. Admitió que el mercado laboral atraviesa cierta incertidumbre, pero subrayó que la oferta y la demanda de trabajo están descendiendo en ritmo similar, lo cual mitiga el riesgo de volatilidad abrupta. En su análisis, a pesar de que la creación de empleo se ha desacelerado, muchas empresas llenan vacantes con rapidez, lo que sugiere que el mercado no está colapsando.

Este equilibrio relativo entre tensiones inflacionarias y resiliencia laboral lo lleva a una conclusión prudente: “nuestro enfoque es más sobre el balance”, dijo Barkin, abogando por “mantener presión sobre la inflación” sin descuidar el sostén del empleo.

Para empresas, inversores y analistas, las declaraciones del presidente regional de la Fed tienen implicaciones claras. En primer lugar, parecen sugerir que la autoridad monetaria está dispuesta a retener un sesgo restrictivo mientras se observa hacia dónde se dirigen los datos macroeconómicos. En segundo término, apuntan a que no habrá prisa por recortes agresivos si la inflación no retrocede con firmeza. Finalmente, refuerzan la importancia de monitorear indicadores clave: costos de insumos (incluidos aranceles), evolución de la productividad, elasticidad del consumidor ante aumentos de precios y comportamientos del mercado laboral.

En definitiva, la visión de Barkin abre camino a una política más mesurada: mantener tasas relativamente elevadas para controlar la inflación, pero dotar a la economía de cierto margen de maniobra para resistir desaceleraciones en el empleo. En un contexto de vulnerabilidad por choques externos o tensiones comerciales, ese enfoque puede marcar la diferencia entre una recesión pronunciada y una desaceleración contenida.

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