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Verizon fulmina a más de 13.000 empleados mientras se “reinventa” para la era de la IA

Verizon anuncia recorte masivo: más de 13,000 empleos en riesgo inmediato

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En plena sacudida del mercado laboral tecnológico, Verizon ha confirmado que despedirá a más de 13.000 trabajadores, alrededor del 13% de su plantilla global. El recorte, adelantado por The Wall Street Journal y detallado después por The Verge, llega apenas un mes después de que Dan Schulman —ex CEO de PayPal— tomara las riendas de la compañía con el encargo de iniciar una nueva etapa de crecimiento “centrada en el cliente” y obsesionada con recortar costes.

Un recorte del 13% en nombre del “cliente primero”

Según la comunicación interna enviada por Schulman a la plantilla, Verizon necesita “cambiar y evolucionar” porque su actual estructura de costes impide invertir lo suficiente en su propuesta de valor. Traducido a hechos: menos nómina y menos servicios externalizados para liberar dinero. La teleco contaba con unos 100.000 empleados a tiempo completo en septiembre; tras este ajuste, esa cifra se reducirá de forma drástica.

Los despidos afectarán a todas las áreas del negocio y empezarán a notificarse de inmediato en Estados Unidos, mientras que las plantillas de otros países serán informadas en las próximas semanas. El mensaje oficial insiste en que cada persona afectada será tratada con “respeto y cuidado”, pero el golpe es evidente: uno de cada ocho trabajadores se quedará fuera en cuestión de días.

La dirección justifica el tijeretazo como paso necesario para simplificar operaciones, eliminar “fricciones” internas y convertir a Verizon en una empresa “más rápida, fuerte y proactiva”. El problema, como casi siempre en estos casos, es que la velocidad se va a lograr dejando a mucha gente por el camino.

La era de la IA como justificación… y como promesa

Schulman asocia directamente estos despidos con un cambio de paradigma tecnológico: habla de una economía donde la inteligencia artificial y la automatización están reconfigurando el empleo en todos los sectores. Para intentar suavizar el golpe, anuncia la creación de un fondo de 20 millones de dólares de “reskilling y transición profesional” destinado a los trabajadores que abandonan Verizon.

Ese fondo, según el CEO, servirá para formación en habilidades digitales, reciclaje profesional y apoyo en la búsqueda de nuevos empleos, y se presenta como una iniciativa pionera para afrontar la “edad de la IA”. Sin embargo, el contraste es evidente: 20 millones frente a más de 13.000 despidos es una cifra modesta, sobre todo si se compara con los volúmenes de inversión que la propia Verizon maneja en redes, fusiones y adquisiciones.

En la práctica, el mensaje que reciben los trabajadores es claro: la empresa quiere ser más ligera, más automatizada y más barata, y eso significa prescindir de una parte significativa de la fuerza laboral actual.

Entre la fuga de clientes y las grandes apuestas de negocio

Los últimos resultados de Verizon ya apuntaban a una compañía en plena transición. La operadora perdió unos 7.000 clientes de telefonía móvil de contrato en el último trimestre reportado, mientras centra parte de su estrategia en crecer en el negocio de internet fijo y soluciones de conectividad más amplias.

En paralelo, Verizon está inmersa en operaciones de enorme calado, como la fusión de 20.000 millones de dólares con el proveedor de fibra Frontier y la compra del operador de internet inalámbrico Starry. Es decir, apuesta fuerte por infraestructuras y nuevos negocios a la vez que reduce de forma agresiva sus costes operativos.

El discurso oficial intenta hilar todos estos movimientos bajo una misma narrativa: para “deleitar al cliente” y mantener el liderazgo de mercado, la empresa debe reorganizarse, eliminar capas internas, ser “más consciente de los costes” y centrar cada euro en aquello que genere valor directo para usuarios y accionistas.

Qué señala este movimiento sobre el empleo tecnológico

El caso de Verizon es un nuevo síntoma de algo que se repite en todo el sector: incluso las grandes compañías consolidadas, con millones de clientes y negocios estables, están utilizando la combinación de “transformación digital + IA + presión competitiva” como palanca para justificar ajustes masivos de plantilla.

Mientras el nuevo CEO pide a los empleados que permanecen “apretar los dientes” para cerrar fuerte el año y entrar en 2026 con impulso, miles de familias se enfrentan a una transición forzada en un entorno laboral cada vez más exigente y volátil. La paradoja es evidente: se habla de futuro, innovación y experiencia de cliente, pero el presente inmediato para más de 13.000 personas es la incertidumbre del paro.

Verizon, al menos sobre el papel, quiere presentarse como ejemplo de cómo gestionar esa transición ofreciendo un fondo de recualificación específico. Habrá que ver si esa promesa se convierte en oportunidades reales o si, como tantas veces, el ajuste de costes pesa mucho más que el discurso de responsabilidad social.

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