China desafía la supremacía naval de EEUU con el portaaviones Fujian

China ha puesto en servicio su portaaviones más avanzado, el Fujian, equipado con tecnología electromagnética de lanzamiento de aeronaves (EMALS), un avance estratégico clave en la competencia naval con Estados Unidos en la región del Pacífico.

Imagen del portaaviones chino Fujian durante su presentación oficial en la base naval de Sanya, en la isla de Hainan.<br>                        <br>                        <br>                        <br>
China desafía la supremacía naval de EEUU con el portaaviones Fujian

En un movimiento que sin duda trastoca el tablero militar global, China ha activado oficialmente su portaaviones más avanzado hasta la fecha, el Fujian. Este buque no solo representa un salto tecnológico —con el primer sistema de lanzamiento electromagnético (EMALS) posible fuera de Estados Unidos— sino que también se convierte en símbolo de la pujanza naval de Pekín y su ambición de volatilizar el equilibrio de poder en la región del Pacífico.

Un hito tecnológico que marca la pauta

El Fujian, bautizado en una emotiva ceremonia presidida por Xi Jinping en la base naval de Sanya, no es un portaaviones común. Su sistema EMALS permite lanzar aviones de combate con una eficiencia mayor que los tradicionales cables de vapor, lo cual amplía tanto la cantidad como la variedad de aeronaves que pueden desplegarse. Es curioso, ¿no?, que esta tecnología aún esté al alcance de muy pocos, en concreto, solo del USS Gerald R. Ford estadounidense y ahora este gigante asiático.

Tal desarrollo, lejos de ser un detalle técnico menor, impulsa un cambio estratégico. No es coincidencia que Pekín haya dado este paso en un contexto de tensiones que suben en el Pacífico, un escenario donde la competencia con Washington se recrudece a cada día que pasa.

¿Qué significa el EMALS para la guerra naval?

Para ponerlo en contexto, el lanzamiento electromagnético minimiza el desgaste en los aeronaves y optimiza el uso de combustible, además de facilitar operaciones más rápidas y silenciosas. Este avance sugiere que el Fujian puede sostener mayor ritmo operativo en comparación con portaaviones que usan métodos antiguos.

Así, Pekín está enviando un mensaje claro: está dispuesta a competir tecnológicamente e incluso a desafiar la hegemonía militar estadounidense en el mar.

Implicaciones geopolíticas en la región Asia-Pacífico

No es solo la innovación técnica, sino la declaración política que encierra el debut del Fujian. En una zona donde las disputas territoriales y la rivalidad por influencia no paran de crecer, esta nueva incorporación potencia considerablemente el alcance y la capacidad de proyección naval china.

Los analistas observan con atención que el portaaviones puede alterar la dinámica en zonas como el Mar del Sur de China o alrededor de Taiwán, lugares donde la presencia militar norteamericana es también muy notable. ¿Estamos frente a un cambio de guardia, o simplemente a un nuevo capítulo en una carrera armamentística que parece no tener fin?

La respuesta de Estados Unidos y sus aliados

Washington, por supuesto, no ha tardado en reafirmar su compromiso con la seguridad regional y su alianza con países cercanos a China. Este desafío tecnológico obliga a EEUU a revisar sus estrategias y fortalecer su flota, mientras sus aliados recalculan sus propias políticas de defensa.

Entre tanto, la tensión crece. Lo cierto es que estos movimientos navales, aunque a veces parecen lejanos para muchos, tienen repercusiones directas en la estabilidad mundial y, claro, en el equilibrio económico que ya está bastante convulso.

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