Análisis financiero internacional

Gustavo Martínez: “Trump no lleva razón, Powell no tiene motivos para bajar los tipos”

El asesor financiero y profesor de la Universidad Francisco Marroquín advierte que una rebaja de tipos en Estados Unidos podría desatar una inflación descontrolada, comprometer el empleo y alterar la estabilidad de los mercados financieros.

GUSTAVO MARTÍNEZ: "Trump no lleva razón: Powell no tiene ni un solo motivo para bajar los tipos"

Gustavo Martínez, asesor financiero y profesor de la Universidad Francisco Marroquín, ha lanzado una advertencia clara sobre la política monetaria estadounidense: Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, no tiene un solo motivo real para bajar los tipos de interés, a pesar de la presión política ejercida por Donald Trump.

Martínez argumenta que una reducción precipitada de los tipos generaría un repunte de la inflación que impactaría directamente en la economía doméstica de Estados Unidos, encareciendo el coste de vida y debilitando la capacidad de consumo de las familias. Además, subraya que el empleo, que aún mantiene cifras sólidas, podría resentirse si los desequilibrios financieros se intensifican.

El profesor destaca también cómo los mercados financieros, especialmente el oro, están reaccionando a la incertidumbre global. El metal precioso ha alcanzado máximos históricos, consolidándose como refugio ante la falta de confianza en la estabilidad monetaria. “El oro se convierte en el termómetro del miedo financiero”, afirma Martínez, señalando que su cotización refleja la percepción de riesgo de los inversores.

Otro punto clave de su análisis es la presión política ejercida desde el entorno de Trump, que insiste en la necesidad de estimular la economía con recortes de tipos. Sin embargo, Martínez recuerda que las decisiones de la Reserva Federal deben responder a criterios técnicos y no a agendas electorales, ya que el impacto a largo plazo podría ser devastador.

Para el asesor, lo que está en juego no es solo el rumbo de la economía estadounidense, sino la estabilidad financiera global. En un contexto de alta volatilidad, las decisiones de la Fed repercuten directamente en el resto del mundo, condicionando la inversión internacional, el flujo de capitales y el comportamiento de las principales divisas.

El análisis de Martínez concluye que la prudencia debe guiar la política monetaria en un momento crítico, donde la tentación de obtener réditos políticos a corto plazo puede comprometer el futuro de la economía mundial.

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