Hegseth advierte: “Las incursiones rusas en el espacio aéreo de la OTAN son inaceptables”
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, trasladó a su homólogo estonio, Hanno Pevkur, que Washington “se mantiene junto a todos los aliados” y calificó de “inaceptable” la violación del espacio aéreo báltico por parte de cazas rusos. El presidente Donald Trump fue más allá y sugirió que la OTAN debería derribar aviones rusos que crucen sus fronteras.
La tensión entre Rusia y la OTAN ha escalado tras un nuevo incidente en el Báltico. Tres cazas MiG-31 rusos penetraron el viernes pasado en el espacio aéreo de Estonia durante doce minutos antes de ser interceptados por F-35 italianos desplegados bajo el paraguas aliado. El hecho fue confirmado por el Ministerio de Defensa estonio y generó una reacción inmediata en Washington.
El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, mantuvo una conversación telefónica con el ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, en la que aseguró que “cualquier incursión en el espacio aéreo de la OTAN es inaceptable” y reafirmó que Estados Unidos se mantiene firmemente al lado de todos sus aliados. En un mensaje publicado en la red social X, Hegseth destacó la “rápida y sólida respuesta” de los cazas aliados que escoltaron a los aparatos rusos fuera del espacio aéreo estonio.
Las palabras de Hegseth se producen en un momento de máxima sensibilidad para la seguridad europea. Estonia, Letonia y Lituania han denunciado en los últimos meses un incremento de las incursiones de aviones y drones rusos en sus fronteras aéreas y marítimas. La OTAN ha respondido reforzando las patrullas aéreas y enviando más tropas a la región, consciente de que cualquier incidente podría poner a prueba el principio de defensa colectiva recogido en el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, endureció aún más el mensaje al afirmar este martes que “los aliados de la OTAN deberían derribar los aviones rusos” si entran en su espacio aéreo. Sus palabras marcan un tono más agresivo hacia Moscú y reflejan el cambio de dinámica en su relación con Vladímir Putin, a quien había tratado con cautela en sus primeros meses de mandato. La Casa Blanca no aclaró si esta declaración representa una directriz oficial, pero supone una advertencia directa a Moscú de que las provocaciones tienen un coste potencialmente militar.
La violación del espacio aéreo estonio llega en paralelo a un aumento de las hostilidades en Ucrania y a los continuos ataques híbridos atribuidos a Rusia contra infraestructuras críticas en Europa. Para los países bálticos, estos episodios son recordatorios de su vulnerabilidad geográfica y de la necesidad de mantener una respuesta firme y coordinada con sus socios transatlánticos.
De cara al futuro inmediato, la clave estará en cómo la OTAN logra equilibrar su política de disuasión sin caer en una espiral de escalada. El mensaje desde Washington y Bruselas es claro: no se tolerarán violaciones del espacio aéreo aliado. Pero la advertencia de Trump abre un debate interno sobre hasta dónde está dispuesta la Alianza a llegar en su respuesta frente a Moscú.