Moscú acusa a la OTAN y a la UE de alentar ataques ucranianos contra instalaciones nucleares

Moscú lanza una dura acusación: “La OTAN y la UE están empujando a Ucrania a atacar nuestras centrales nucleares”

El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso acusó este martes a la Unión Europea y a la OTAN de “incentivar” los ataques ucranianos contra instalaciones nucleares, tras el daño causado el pasado 23 de septiembre a una línea de alta tensión que abastece la planta nuclear de Zaporiyia. Moscú sostiene que, al “encubrir las acciones imprudentes de Kiev”, los aliados occidentales se convierten en “cómplices directos”.

EPA-EFE/ANATOLY MALTSEV
EPA-EFE/ANATOLY MALTSEV Moscú lanza una dura acusación: “La OTAN y la UE están empujando a Ucrania a atacar nuestras centrales nucleares”

La tensión entre Rusia y Occidente volvió a elevarse este martes después de que María Zajárova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, lanzara una nueva acusación contra la OTAN y la Unión Europea, a quienes responsabilizó de “estimular los ataques ucranianos contra infraestructuras nucleares” en territorio bajo control ruso.

En declaraciones recogidas por medios estatales, Zajárova aseguró que “tanto la OTAN como la Unión Europea están alentando a Ucrania a atacar instalaciones nucleares pacíficas”, y recordó el incidente del 23 de septiembre, cuando un bombardeo ucraniano habría dañado la línea eléctrica ZNPP-Dniprovska, que conecta la central nuclear de Zaporiyia con la red nacional, interrumpiendo temporalmente su suministro externo.

“Recordamos que fue como resultado de los bombardeos del ejército ucraniano que la línea de alta tensión fue dañada, lo que llevó a la desconexión de la planta de la red externa”, declaró la funcionaria rusa, añadiendo que al “encubrir las acciones imprudentes de Kiev, tanto la OTAN como la UE se convierten en sus cómplices directos”.

Zajárova acusó además a Kiev de “socavar los esfuerzos de paz”, refiriéndose al ataque con drones ocurrido la semana pasada contra las instalaciones del Consorcio del Oleoducto del Caspio (CPC) en la ciudad rusa de Novorossíisk, un punto clave en la exportación de petróleo del país. Moscú sostiene que ese ataque fue dirigido con apoyo logístico occidental, aunque las potencias europeas y la Alianza Atlántica niegan cualquier participación.

La planta nuclear de Zaporiyia, ubicada en el sur de Ucrania y bajo control ruso desde 2022, es la mayor instalación atómica de Europa y ha sido objeto de múltiples denuncias de bombardeos cruzados desde el inicio del conflicto. La comunidad internacional ha expresado en repetidas ocasiones su preocupación ante el riesgo de un accidente nuclear de gran magnitud, y la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) mantiene equipos de observación en la zona para monitorear la seguridad.

El Kremlin sostiene que las acciones de Ucrania forman parte de una “estrategia de terror energético” apoyada por Occidente, mientras que Kiev acusa a Rusia de usar la planta como escudo militar. Ambos bandos se culpan mutuamente de poner en peligro la seguridad nuclear del continente.

La nueva denuncia de Moscú llega en un momento de creciente fricción diplomática, con acusaciones cruzadas que complican los esfuerzos de mediación internacional. Para Rusia, los recientes ataques en infraestructuras críticas demuestran que “la OTAN ha pasado de la retórica al patrocinio activo de la guerra contra Rusia”.

Mientras tanto, la Unión Europea y Estados Unidos mantienen su apoyo a Ucrania, aunque insisten en que sus suministros de armas y asistencia militar “se destinan a la defensa y no a operaciones ofensivas contra objetivos civiles o nucleares”. La escalada de declaraciones refleja un escenario cada vez más polarizado, donde cualquier incidente en instalaciones energéticas puede reavivar el miedo a una catástrofe nuclear en el corazón de Europa.

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