Nueva tormenta política en Washington por las acusaciones de espionaje y manipulación electoral

Trump acusa a la administración Biden de espiar a senadores y congresistas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó este viernes a miembros de la administración de su predecesor, Joe Biden, de haber espiado a senadores y congresistas bajo una supuesta operación denominada “Arctic Frost”. En un mensaje publicado en Truth Social, Trump aseguró que existen “documentos concluyentes” que prueban la implicación de altos funcionarios del Departamento de Justicia y del FBI, a quienes exigió procesar por “conductas ilegales y antiéticas”.

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EPA/WILL OLIVER
Trump EPA/WILL OLIVER

Las tensiones políticas en Washington vuelven a elevarse tras las nuevas acusaciones lanzadas por Donald Trump contra antiguos altos cargos del gobierno de Joe Biden. En una publicación en su red social Truth Social, el mandatario afirmó que “documentos oficiales muestran de forma concluyente” que Christopher Wray (director del FBI), Jack Smith (fiscal especial), Merrick Garland (exfiscal general) y Lisa Monaco (exsubfiscal general adjunta), entre otros, “autorizaron la llamada Operación Arctic Frost”.

“Espiaron a senadores y congresistas, y amañaron las elecciones presidenciales de 2020. ¡Estos lunáticos de la izquierda radical deberían ser procesados por su comportamiento ilegal y altamente antiético!”, escribió Trump.

Aunque el presidente no aportó pruebas públicas sobre la existencia de dicha operación, sus declaraciones desataron una oleada de reacciones en el Capitolio, donde algunos legisladores republicanos exigieron una investigación formal, mientras que voces demócratas denunciaron la acusación como “una maniobra política sin fundamento”.

La Casa Blanca no emitió una respuesta inmediata, pero fuentes del Departamento de Justicia consultadas por medios estadounidenses negaron cualquier práctica de espionaje político, calificando las afirmaciones de “totalmente falsas y peligrosas”. El FBI, por su parte, evitó comentar el asunto, pero insistió en que “todas las operaciones de inteligencia deben ser autorizadas por orden judicial y supervisadas por comités del Congreso”.

El episodio reaviva las tensiones entre Trump y las agencias federales, en un momento en que el presidente busca reforzar su discurso de limpieza institucional y persecución a lo que él llama “el Estado profundo”. En los últimos meses, el mandatario ha endurecido su narrativa contra antiguos funcionarios de la administración Biden, a los que acusa de corrupción, manipulación electoral y abuso de poder.

Expertos en política estadounidense advierten que este tipo de declaraciones pueden polarizar aún más el clima político en Washington, especialmente de cara a las elecciones legislativas del próximo año. “Trump está reforzando su base con un mensaje de desconfianza institucional, mientras presiona para recuperar el control total del Partido Republicano”, explicó un analista del Center for Strategic and International Studies (CSIS).

La supuesta Operación Arctic Frost, que Trump describe como un plan de vigilancia interna contra miembros del Congreso, no figura en ningún documento oficial público ni ha sido reconocida por las autoridades estadounidenses. Sin embargo, la acusación se suma a una larga lista de enfrentamientos entre el presidente y las agencias de seguridad e inteligencia desde su regreso al poder.

Si bien el impacto inmediato de las declaraciones es político, los observadores coinciden en que el mensaje tiene un objetivo claro: reavivar el relato de persecución y corrupción institucional que Trump ha convertido en uno de los ejes centrales de su segundo mandato.

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