Geopolítica global | Tensiones nucleares y alianzas estratégicas

Trump plantea un plan con Rusia y China para la desnuclearización mundial

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles que Washington, Moscú y Pekín podrían trabajar conjuntamente en un plan de desnuclearización global, aunque reconoció que aún es pronto para saber si el proyecto tendrá éxito. La declaración se produce en medio de crecientes tensiones sobre el futuro de los tratados nucleares.

368786
EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

Durante un discurso en Miami, el presidente Donald Trump reveló que los Estados Unidos, Rusia y China están explorando la posibilidad de cooperar en un acuerdo de desnuclearización global, un esfuerzo que podría marcar un cambio significativo en la política internacional de seguridad. “Podríamos estar trabajando en un plan para desnuclearizar. Veremos si funciona”, dijo Trump, sin ofrecer más detalles sobre los posibles pasos diplomáticos o las fechas de negociación.

Trump, que recientemente pidió al Pentágono evaluar la reanudación de las pruebas nucleares, reconoció en su intervención que Estados Unidos sigue siendo “la potencia nuclear número uno del mundo”, aunque añadió: “Odio admitirlo”. Según el mandatario, Rusia ocupa el segundo lugar y China “es un tercero distante, pero nos alcanzará en cuatro o cinco años”. El presidente concluyó subrayando que los Estados Unidos mantienen “el ejército más fuerte del mundo con gran diferencia”.

Las declaraciones llegan en un momento especialmente delicado, después de que Rusia advirtiera que considerará reanudar pruebas nucleares a gran escala si Washington decide romper el Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (CTBT, por sus siglas en inglés). El vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitry Medvedev, afirmó recientemente que los comentarios de Trump sobre las pruebas nucleares podrían tener “consecuencias inevitables” y que Moscú se vería “forzada a evaluar la conveniencia de realizar sus propias pruebas”.

De concretarse, una cooperación trilateral entre Estados Unidos, Rusia y China supondría el primer intento en décadas de coordinar una estrategia global de reducción de armas nucleares, aunque muchos analistas se muestran escépticos ante la posibilidad de que estos tres gigantes militares logren un consenso. Las relaciones entre las tres potencias se encuentran en uno de sus momentos más tensos, especialmente tras el deterioro de la confianza mutua durante los últimos años por cuestiones como la guerra en Ucrania, la carrera armamentista, y las sanciones económicas cruzadas.

Expertos en seguridad internacional señalan que este anuncio podría tener un componente más estratégico que diplomático, dado que tanto Trump como el Kremlin han utilizado el tema nuclear como herramienta política interna y de presión global. “Trump parece querer recuperar el control narrativo sobre el liderazgo nuclear, proyectando fuerza mientras deja abierta la puerta a un posible acuerdo”, afirmó un analista del Center for Strategic and International Studies (CSIS).

Además, el discurso de Trump en Miami estuvo marcado por un tono nacionalista y militarista, insistiendo en que Estados Unidos mantiene su “superioridad total” frente a cualquier otra potencia. Sin embargo, sus comentarios sobre la posibilidad de colaboración con Rusia y China han generado interpretaciones contradictorias: mientras algunos ven en ellos una oportunidad diplomática, otros temen que se trate de una maniobra retórica destinada a aumentar la presión en un contexto de rearme global.

En Moscú, las reacciones fueron prudentes. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso se limitó a decir que “observará atentamente” los próximos pasos de Washington, mientras que en Pekín, los medios estatales acogieron la noticia con cautela, destacando que cualquier acuerdo de desnuclearización debe basarse en la “igualdad y el respeto mutuo”.

Por ahora, el anuncio de Trump deja más preguntas que respuestas. Con la reciente prueba del misil Minuteman III por parte del Ejército estadounidense y la posibilidad de que Rusia evalúe reanudar sus ensayos, el tablero nuclear mundial entra en una nueva fase de incertidumbre. Lo que parece claro es que, lejos de reducir la tensión, las declaraciones de Trump podrían reactivar el debate sobre la estabilidad estratégica global y el futuro del desarme nuclear.

Comentarios