VILLARROYA: "China no puede permitirse que Rusia o Irán desaparezcan. Trump tiene un problema"
VILLARROYA: "China no puede permitirse que Rusia o Irán desaparezcan. Trump tiene un problema"
José Miguel Villarroya, historiador, coincide en la lógica estratégica planteada por García, pero agrega un punto crucial: China no permitirá ni la desaparición de Rusia ni la de Irán, pues ambas naciones son aliadas fundamentales en su arquitectura geopolítica a largo plazo. Aunque no se prevé que China se involucre militarmente a corto plazo, Pekín ha dejado claro, tanto a Europa como a Estados Unidos, que no aceptará una derrota rusa que pueda desencadenar la fragmentación de la Federación Rusa o un cambio de régimen con orientación prooccidental. Villarroya advierte que si la escalada alcanza niveles que amenacen la supervivencia del régimen ruso, China podría dejar de lado su actual ambigüedad y adoptar una postura mucho más activa y decidida.
Emiliano García Coso, profesor de Icade de derecho internacional y relaciones internacionales, aporta una mirada centrada en la visión estratégica de largo plazo de China. Según él, Pekín no piensa en función del presente inmediato, sino proyectando sus intereses a 15 o 20 años, con el objetivo principal de integrar completamente Taiwán a la República Popular China para el año 2049. En este sentido, le interesa que Estados Unidos esté involucrado en múltiples frentes, debilitando su capacidad de confrontar directamente a China. García subraya que, aunque China asegura no estar proveyendo material de doble uso a Rusia, mantiene relaciones energéticas clave que alimentan su propio crecimiento económico, lo cual demuestra que no es neutral.
Andrew Smith, miembro del Centro del Bien Común de la U. Francisco de Vitoria y miembro del International Institute of Strategic Studies - IISS - de Londres, sostiene que China es la única potencia global capaz de influir directamente sobre Moscú, pero remarca que no tiene intención alguna de hacerlo. Por el contrario, Pekín busca reforzar la posición rusa frente a lo que percibe como una actuación errática por parte de Estados Unidos y sus aliados occidentales. Según Smith, a China le conviene que el conflicto permanezca en una especie de punto medio, de forma que mantenga a Occidente y a Rusia enfocados en el frente ucraniano y, con ello, desvíe la atención de zonas clave para China como el Mar de China Meridional y Taiwán.