Peter Navarro acusa a India de sostener indirectamente la guerra en Ucrania
El exasesor de la Casa Blanca cuestiona la estrategia de Nueva Delhi por mantener compras de armamento ruso, mientras busca alianzas tecnológicas y militares con Estados Unidos.
Peter Navarro, quien fuera asesor senior de la administración Trump en materia de comercio y manufactura, ha vuelto al centro del debate internacional tras lanzar duras críticas hacia India. A través de declaraciones publicadas en X (antes Twitter), Navarro aseguró que el futuro de la guerra en Ucrania depende, en gran medida, de la postura que adopte Nueva Delhi.
El economista defendió los recientes aranceles del 50% impuestos por la administración Trump a varias importaciones indias. Según explicó, esta medida no solo responde a un criterio económico de protección de la industria estadounidense, sino que también tiene un trasfondo geopolítico claro: presionar a India para que reduzca su dependencia militar de Rusia.
Navarro acusó directamente a India de “financiar indirectamente la guerra de Putin” al seguir adquiriendo armamento ruso. Un flujo de recursos que, en su opinión, alimenta la maquinaria bélica de Moscú mientras el país euroasiático sigue intensificando los ataques en territorio ucraniano.
El exasesor de la Casa Blanca subrayó que la posición de India es insostenible si aspira a consolidarse como un socio estratégico de Washington. “No se puede solicitar inversión y tecnología militar estadounidense mientras se sostienen vínculos con la industria armamentística rusa”, señaló.
Este nuevo episodio refleja la creciente tensión en las relaciones internacionales, donde la guerra de Ucrania se ha convertido en un punto de fricción no solo entre Occidente y Moscú, sino también en la definición de nuevas alianzas globales. India, potencia emergente con peso demográfico, tecnológico y militar, se encuentra en el centro de un tablero en el que cada movimiento repercute en la geopolítica mundial.
Para Washington, el desafío es claro: consolidar a India como socio frente al eje ruso-chino sin romper los puentes de cooperación económica. Para Nueva Delhi, el dilema radica en equilibrar su histórica relación con Moscú y sus aspiraciones de liderazgo en un nuevo orden internacional.
