Trump expresa confianza en lograr pronto un acuerdo de paz en Gaza
Al recibir al primer ministro Benjamin Netanyahu en la Casa Blanca, el presidente de EE. UU., Donald Trump, aseguró este lunes que es optimista sobre alcanzar un nuevo pacto de paz en Gaza muy pronto. Al ser preguntado si “todos estaban de acuerdo”, asintió, reflejando su convicción de que las negociaciones avanzan de manera favorable.
La visita de Netanyahu a Washington adquiere un nuevo matiz tras las palabras de Trump: más que una recepción protocolaria, el encuentro pretende plasmar el momento decisivo para que la diplomacia estadounidense materialice su plan de paz en Gaza. Las declaraciones breves del presidente, en medio de un escenario cargado de expectativas, sugieren que existe una hoja de ruta ya elaborada y compartida entre las partes involucradas.
Trump viene promoviendo desde hace días un plan de 21 puntos para Gaza, que incluye la liberación de rehenes, un alto el fuego progresivo, función administrativa internacional del territorio y una transición al control civil palestino. Él, por su parte, ha afirmado en múltiples ocasiones que el acuerdo “está cerca” y que el diseño diplomático pretende cerrar el conflicto sin retrocesos.
Sin embargo, el contexto sobre el terreno contrasta con ese optimismo. Israel continúa su ofensiva en Gaza, intensificando bombardeos y operaciones terrestres en sectores densamente poblados. Al tiempo, las organizaciones humanitarias alertan sobre crisis humanitaria, escasez de suministros y desplazamientos masivos. Hamas, por su parte, ha dado señales divergentes: perdió contacto con al menos dos rehenes en zonas golpeadas, y exige que cualquier propuesta respete su estructura.
La pregunta clave que pesa sobre la mesa es cuán dispuesta está Israel a ceder. Netanyahu entra a Washington bajo presión: el plan estadounidense exige pasos significativos que podrían implicar concesiones políticas o territoriales. Analistas creen que Trump buscará que Netanyahu avale al menos un esqueleto de acuerdo durante la reunión, para mostrar avance diplomático.
Si bien Trump relativizó que su optimismo signifique certeza absoluta, su apuesta pública es arriesgada: sitúa su reputación como mediador en el éxito inmediato de este pacto. El resultado podría reflejar no solo el destino de Gaza, sino también el alcance real del poder diplomático estadounidense en un conflicto complejo y polarizado.
