Este es el gran elemento de tensión en el mercado y Europa es la que sale perdiendo
La tensión en el mercado se ha intensificado debido al aumento de la rentabilidad de los bonos, especialmente en Estados Unidos, donde se ha tocado el entorno del 4,7%, acercándose al 5%. Este aumento ha puesto en evidencia el encarecimiento del endeudamiento, lo que ha generado un impacto en los mercados globales. Los diferenciales de deuda también han mostrado preocupantes movimientos, destacando el aumento de la rentabilidad de los bonos británicos, que ha alcanzado niveles no vistos desde 2008.
Mientras tanto, en Europa la situación es aún más compleja. El crecimiento económico sigue siendo débil, y esto se refleja en las expectativas de los inversores que, frente a la baja rentabilidad de los bonos europeos, prefieren invertir en deuda estadounidense, que ofrece una rentabilidad más alta. Este comportamiento ha generado una desinversión en los bonos europeos, aumentando la presión sobre los mercados.
Además, el Banco Central Europeo enfrenta dificultades debido a la disparidad entre la política monetaria de Europa y Estados Unidos. Aunque en Europa los tipos de interés podrían mantenerse bajos, el aumento de la rentabilidad de la deuda y la inflación elevada complican aún más la situación. La falta de un impulso claro para la recuperación económica en la zona euro contrasta con el impulso que tiene la economía estadounidense, lo que genera una incertidumbre creciente entre los inversores.