“Jamenei no tiene miedo a un martirio. Eso haría que su leyenda pasara a la historia en Irán” Manjón
Santiago Armesilla, director del Instituto Beatriz Galindo-La Latina, destaca la tensión en torno a la instalación nuclear subterránea de Fordow, una infraestructura prácticamente inaccesible, lo que la convierte en un blanco complejo para cualquier operación militar, especialmente para Israel en solitario. Ante esta situación, reflexiona sobre las declaraciones de Jamenei, quien hoy, durante su visita a una zona bombardeada, afirmaba que “nadie está a salvo” y que “todas las opciones están sobre la mesa”. Armesilla interpreta estas palabras como parte de una puesta en escena preparatoria, en caso de que EE.UU. decida participar directamente en un ataque contra Irán, más allá del respaldo logístico a Israel.
José Manjón, escritor y analista del Instituto Español de Geopolítica, analiza la figura del ayatolá Jamenei. Considera que asesinarlo sería un error estratégico enorme para Israel, ya que convertirlo en mártir fortalecería el régimen en lugar de debilitarlo. En el chiismo, el martirio tiene una carga religiosa y simbólica muy poderosa; matar a Jamenei podría consagrarlo como una figura sagrada y reforzar la legitimidad de la República Islámica durante generaciones. Sería una “coronación espiritual” en lugar de un golpe político.
Emiliano García Coso, profesor de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales en Comilas ICADE, cree que la respuesta más probable por parte de Irán, en caso de intervención, sería el bloqueo del estrecho de Ormuz, un punto crítico del comercio internacional, especialmente del petróleo. Aunque no espera ataques a bases estadounidenses, señala que un bloqueo del estrecho ya sería una acción de gran impacto económico a escala global. Advierte que minarlo sería relativamente sencillo para Irán, y su reapertura requeriría una compleja intervención militar. Esta opción, en su opinión, representa un movimiento estratégico muy eficaz y menos costoso que una guerra directa.