Los dos problemas inesperados de Francia que la han llevado al caos económico y político. Quintana
La moción de censura al primer ministro francés, Barnier es clara, hay poca incertidumbre en el mercado, “un clavo más en el ataúd de la economía francesa”, defiende Francisco Quintana, director de Estrategia de Inversión de ING España. El debilitamiento en Francia está repercutiendo en la caída de la bolsa francesa y en los bonos. “Estamos ante una crisis estructural francesa, una atomización del Parlamento que le impide la adopción de medidas estructurales”, algo que pasa en más países de la Unión Europea. La principal consecuencia de la votación de hoy es que no se puede aprobar un nuevo presupuesto, dejando al déficit francés más elevado, explica Quintana.
El camino a largo plazo de Francia es preocupante, generando dudas sobre la sostenibilidad de la Unión Europea y el mercado para el inversor. “La esperanza que le queda a Macron es el gobierno de tecnócratas”, porque aunque caiga el gobierno francés, Macron no puede convocar elecciones en Francia. El problema de los presupuestos de Barnier es que no contentaban a nadie, con un arco parlamentario dominado por la izquierda y la extrema derecha que quieren una subida de gastos, y Le Pen no está dispuesta a aceptarlo