EE. UU.: fin del cierre federal más largo de la historia - Trump se impone en la batalla presupuestaria
1. EE. UU.: fin del cierre federal más largo de la historia - Trump se impone en la batalla presupuestaria |
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El presidente Trump firmó en la noche del 12 de noviembre el paquete de gasto que pone fin al cierre federal más largo de la historia de Estados Unidos: 43 días de parálisis parcial del Gobierno, cientos de miles de funcionarios sin sueldo, retrasos en aeropuertos y colas en bancos de alimentos. |
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La Cámara de Representantes aprobó el texto por 222 votos frente a 209, con una mayoría republicana muy justa y algunos demócratas moderados rompiendo filas. El acuerdo mantiene el grueso del gasto a niveles previos hasta el 30 de enero, garantiza financiación anual para construcción militar, veteranos, agricultura y seguridad del Capitolio, y blinda el programa de cupones de alimentos (SNAP) hasta final del ejercicio fiscal 2026. |
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El World in Brief de The Economist y buena parte de la gran prensa internacional abren sus portadas con el fin del cierre federal y con la dimensión política de la victoria de Trump frente a un Partido Demócrata dividido. |
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El primer efecto es obvio: se aleja el riesgo inmediato de daño estructural a la economía estadounidense y a la credibilidad del dólar como activo sin riesgo. Los mercados lo celebran porque el cierre había empezado a erosionar la confianza en la capacidad de Washington para gestionar el presupuesto más importante del planeta. |
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Políticamente, el balance es mucho menos neutro. Trump sale de la crisis con una narrativa clara: “fui yo quien reabrió el Gobierno, frente a unos demócratas atrincherados en sus exigencias de gasto”. Los demócratas, por el contrario, aparecen como el partido que alargó el sufrimiento de millones de ciudadanos por un cálculo político errado y, al final, tuvo que aceptar un compromiso menos ambicioso de lo que prometían. |
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La batalla, sin embargo, no ha terminado; solo ha cambiado de escenario. El acuerdo es de corta duración: obliga a negociar de nuevo en enero, justo cuando se aproxima el debate sobre la prolongación de los subsidios reforzados del Affordable Care Act (Ley de Cuidado de Salud Asequible). Eso convierte la sanidad en el próximo campo de batalla de una guerra política que ya ha dejado heridas profundas en la Administración y en la opinión pública. |
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En el tablero geopolítico, el fin del cierre devuelve a Estados Unidos algo que nunca debió perder: capacidad de atención. Durante seis semanas largas, la superpotencia estuvo distraída por sus propias guerras internas. Ahora, con Ucrania, Gaza, el Indo-Pacífico y el pulso tecnológico con China en ebullición, Washington vuelve a tener –al menos en teoría– las manos libres. Otra cosa es que la polarización permita utilizarlas con inteligencia. |
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2. “Narcolanchas” en la diana: Rubio defiende los ataques estadounidenses y deja en evidencia la hipocresía europea |
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El secretario de Estado, Marco Rubio, defendió en la reunión del G7 en Canadá los recientes ataques de fuerzas estadounidenses contra embarcaciones sospechosas de traficar drogas en el Caribe y el Pacífico oriental, muchas ligadas a carteles colombianos y venezolanos. |
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Varios aliados expresaron dudas sobre la legalidad de algunos golpes, en particular aquellos producidos en zonas grises del derecho del mar, aunque Washington insiste en que se realizaron contra objetivos identificados como parte de redes de narcoterrorismo, con reglas de enfrentamiento claras. |
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Mientras tanto, ciertos responsables políticos europeos vuelven a envolverse en la bandera de los “derechos humanos” para criticar operaciones dirigidas contra organizaciones que combinan narcotráfico, terrorismo, corrupción masiva y destrucción sistemática del Estado de derecho en la región. |
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Aquí se ve con claridad una doble vara de medir. Nadie en Europa puso el grito en el cielo cuando la Administración Obama eliminó a centenares de terroristas –y no pocos objetivos colaterales– mediante ataques de drones en territorios soberanos de terceros Estados, desde Pakistán y Yemen hasta Somalia. Ahora, cuando el blanco son lanchas rápidas cargadas de cocaína, armas y sicarios, de repente florece una indignación selectiva. |
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Desde el punto de vista de la seguridad, la postura estadounidense es meridianamente clara: los carteles que operan desde costas venezolanas y colombianas son considerados actores narcoterroristas, no simples delincuentes comunes. Controlan territorios, infiltran instituciones, corrompen sistemas judiciales y sostienen a regímenes autoritarios –como el de Caracas– que viven en simbiosis con el crimen organizado. |
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Europa, que sufre directamente las consecuencias en forma de oleadas de droga, violencia urbana y blanqueo masivo en sus sistemas financieros, debería ser la primera interesada en combatir ese ecosistema criminal. La obsesión con una lectura estrecha y descontextualizada del derecho internacional se convierte así en una coartada cómoda para no asumir el coste político de apoyar medidas firmes contra los narconarcoterroristas. |
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Si algo demuestra este episodio es que el debate no es jurídico, sino moral y político: ¿acepta Occidente que se dispare contra lanchas cargadas de droga y sicarios que siembran muerte en medio continente o prefiere indignarse desde la tribuna, dejando que el veneno siga fluyendo hacia nuestras calles? |
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3. “Los correos de Epstein”: la contraofensiva demócrata tras perder la batalla del cierre |
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Justo cuando Trump se apunta la victoria del fin del cierre federal, los demócratas en la Comisión de Supervisión de la Cámara desatan la artillería mediática: difunden una selección de correos electrónicos de Jeffrey Epstein que mencionan al presidente. |
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En un mensaje de 2011 a Ghislaine Maxwell, Epstein se refiere a Trump como “el perro que no ha ladrado” y afirma que el entonces magnate “pasó horas en mi casa” con una de las víctimas, cuyo nombre aparece redactado. En otro intercambio con el periodista Michael Wolff, en 2015 y 2019, Epstein sugiere que Trump “sabía lo de las chicas” y discute cómo “preparar una respuesta” para una entrevista televisiva en la que podría salir el tema. |
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Medios como The Guardian, ABC News, Sky News o The Independent destacan que los correos parecen contradecir la versión de la Casa Blanca sobre la lejanía de la relación entre Trump y Epstein, y subrayan que el episodio reabre la presión para una publicación íntegra de los llamados “Epstein files”. |
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El momento elegido no es casual. Después de perder la batalla del cierre, una parte del Partido Demócrata busca claramente cambiar el marco del debate: de la incapacidad de llegar a un acuerdo presupuestario a la supuesta “complicidad” del presidente con un depredador sexual. El mensaje es transparente: si no se le puede derrotar en el terreno de la política económica, se intentará erosionar su legitimidad moral. |
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Conviene recordar varias cosas. Primero, la existencia de correos comprometedores no equivale a una prueba de delito; el propio memorando del Departamento de Justicia bajo Trump concluyó que no había evidencias de una lista de clientes ni de un esquema sistemático de chantaje por parte de Epstein. Segundo, los correos difundidos constituyen una selección, cuidadosamente elegida por un comité controlado por los demócratas, mientras los republicanos responden liberando decenas de miles de páginas adicionales para acusar a la otra parte de manipulación. |
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Por último, el episodio vuelve a convertir la tragedia de las víctimas en un arma arrojadiza en la guerra civil política estadounidense. El riesgo es obvio: que la opinión pública deje de ver la lucha contra la explotación sexual de menores como una causa común y la perciba como otro frente más de la guerra tribal entre azules y rojos. Desde el punto de vista geopolítico, el caso alimenta la narrativa de las autocracias: una democracia occidental absorbida por escándalos sexuales, teorías de la conspiración y venganzas cruzadas, mientras rivales como China o Rusia proyectan una imagen –falsa pero eficaz– de cohesión y propósito. |
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4. Gaza e Israel: fuerza internacional de estabilización, papel de Turquía y la carta de Trump pidiendo el indulto de Netanyahu |
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Turquía ha reiterado que su “expectativa principal” respecto a la futura Fuerza Internacional de Estabilización en Gaza es que garantice un alto el fuego duradero y el respeto del frágil acuerdo alcanzado tras dos años de guerra devastadora. Ankara, que ha denunciado la campaña israelí como genocida, se ofrece para contribuir con tropas, pese al rechazo abierto de Israel a la presencia de militares turcos sobre el terreno. |
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En paralelo, hemos conocido una carta de Trump al presidente israelí, Isaac Herzog, instándole a conceder un indulto total al primer ministro Netanyahu en sus causas por corrupción, calificándolas de persecución política. Netanyahu ha agradecido públicamente el gesto, mientras la prensa israelí subraya que esta injerencia refuerza la percepción de un vínculo casi personal entre el dirigente israelí y el presidente estadounidense. |
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La arquitectura de la posguerra en Gaza está todavía en el aire. La fuerza de estabilización que se negocia –con participación probable de países árabes moderados bajo paraguas estadounidense y de la ONU– solo tendrá sentido si es capaz de imponer reglas claras tanto a Israel como a Hamás y a otras milicias. Si se limita a servir de simple escudo político sin capacidad coercitiva, será otro experimento fallido más en una región saturada de misiones internacionales inútiles. |
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La oferta turca revela la ambición de Ankara de consolidarse como potencia central del espacio mediterráneo y del mundo musulmán, pero también sus contradicciones: pretende ser a la vez garante de la seguridad, parte en la disputa y abogado de una narrativa maximalista contra Israel. Eso genera recelos no solo en Jerusalén, sino también en capitales árabes que temen una hegemonía turca sobre la causa palestina. |
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La carta de Trump sobre Netanyahu, por su parte, envía varios mensajes. Al interior de Israel, refuerza el relato del primer ministro: sus problemas judiciales no serían fruto de la separación de poderes, sino de una conjura de “élites hostiles” semejante a la que –según él– sufre el propio Trump en Estados Unidos. Al exterior, proyecta la imagen de un eje personalista: un presidente estadounidense dispuesto a usar su peso político para proteger a un líder aliado cuestionado por la justicia de su país. |
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En conjunto, Gaza y el caso Netanyahu confirman que el conflicto israelí-palestino está entrando en una fase nueva: menos dominada por los parámetros del viejo proceso de Oslo y más por la lógica cruda de la fuerza, la estabilización militar limitada y los pactos entre élites políticas cercanas a su propio ocaso. |
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5. Irak: la coalición de al-Sudani gana las elecciones en medio de apatía y desconfianza |
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La coalición del primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, ha quedado en primer lugar en las elecciones parlamentarias celebradas esta semana, según la Comisión Electoral Independiente. |
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La participación apenas ha superado el 23 %, reflejo de una población desencantada que percibe el voto como un mecanismo para repartir la renta petrolera entre las mismas élites de siempre. Ningún bloque ha logrado mayoría clara, por lo que la formación de gobierno requerirá complejos pactos entre facciones chiíes, partidos kurdos y grupos sunníes. |
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Irak sigue atrapado en un sistema político diseñado tras la invasión de 2003 que, lejos de pacificar el país, institucionalizó el clientelismo y la repartición sectaria del poder. La victoria de al-Sudani no representa una ruptura, sino la continuidad de ese statu quo, con mayor tutela de milicias proiraníes y de redes de patronazgo vinculadas a Teherán. |
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Para Estados Unidos y Europa, Irak sigue siendo un barómetro esencial: si la apatía ciudadana termina degenerando en una nueva ola de protestas masivas –como las de 2019–, el país puede vivir otro ciclo de inestabilidad que abriría espacios a remanentes del Estado Islámico, a la injerencia iraní y a la penetración económica china. |
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En el plano regional, el resultado consolida un eje chií que va desde Teherán hasta el Mediterráneo pasando por Bagdad y Damasco. Esa “media luna” estratégica ofrece a Irán profundidad territorial, capacidad de proyección hacia Siria y Líbano y, por tanto, un instrumento de presión permanente sobre Israel y sobre el despliegue estadounidense en la zona. |
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6. Rusia-Ucrania: Lavrov advierte a Washington contra una escalada y ofrece diálogo bajo condiciones |
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El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró que Moscú “espera” que Washington no dé pasos que supongan una escalada en el conflicto de Ucrania, insistiendo en que Rusia está dispuesta a hablar, pero sobre la base de “las realidades sobre el terreno”. |
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Lavrov subrayó que el Kremlin ve con preocupación algunos debates en Estados Unidos sobre posibles paquetes de ayuda militar que ampliarían el alcance y la letalidad de las capacidades ucranianas, incluida la entrega de sistemas que podrían golpear más en profundidad territorio ruso. |
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El mensaje ruso es el de siempre, pero adaptado al nuevo contexto: ahora que Trump ha logrado un alto el fuego en Gaza y habla de redirigir su atención hacia la paz en Ucrania, Moscú intenta fijar el marco de cualquier posible negociación. La fórmula es transparente: “estamos abiertos al diálogo, pero solo para ratificar las conquistas territoriales que hemos logrado por la fuerza”. |
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Para Europa, el riesgo es doble. Primero, que algunos socios fatigados por la guerra y preocupados por sus economías vean en cualquier propuesta de “alto el fuego” una salida honrosa, aunque suponga consagrar la amputación territorial de Ucrania. Segundo, que la Administración Trump, tentada por un trofeo diplomático rápido, decida sacrificar parte de las demandas de Kiev en aras de un acuerdo presentable a su electorado. |
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La capacidad de Ucrania para resistir y negociar en posición de fuerza depende críticamente de que no se agote el flujo de ayuda occidental y de que se mantenga la presión sobre el complejo militar-industrial ruso, incluyendo sanciones enérgicas contra los canales que le permiten eludir restricciones a través de terceros países. |
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7. Estados Unidos y China: disputa tecnológica, “tregua táctica” y margen de maniobra para los emergentes |
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Varios líderes demócratas han criticado con dureza la decisión de Trump de retrasar la aplicación de nuevas restricciones a las exportaciones de tecnología de punta hacia China, acusando a la Casa Blanca de debilidad frente a Pekín. |
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Al mismo tiempo, un informe sobre comercio mundial señala que la mayoría de las economías emergentes son capaces de reorientar sus flujos comerciales para amortiguar los efectos de los aranceles estadounidenses, diversificando socios y cadenas de suministro. |
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Lo que observamos es una dialéctica compleja: por un lado, Trump utiliza el arma arancelaria para presionar a China; por otro, frena ciertas restricciones tecnológicas para no fracturar del todo las cadenas de valor de las que dependen empresas estadounidenses y mercados emergentes. Es una “tregua táctica” que busca maximizar la influencia de Washington sin provocar un descarrilamiento abrupto del comercio global. |
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El informe sobre los países emergentes apunta a una tendencia de fondo: el sistema internacional ya no es un tablero donde las grandes potencias mueven fichas pasivas, sino una red en la que muchos actores intermedios tienen capacidad de adaptación. Si India, Vietnam, México o Brasil pueden recolocar sus exportaciones y sus importaciones para esquivar los impactos de los aranceles, el margen de maniobra de la Casa Blanca y de Pekín se reduce. |
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Para Europa, el riesgo es quedarse atrapada en una posición incómoda: demasiado abierta y regulada como para jugar al proteccionismo agresivo, pero demasiado dividida políticamente como para articular una política industrial robusta que le permita competir en semiconductores, inteligencia artificial y baterías con EEUU y China. |
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8. Yihadismo mutante: de las cicatrices de París a los atentados suicidas en Pakistán |
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Francia conmemora hoy el décimo aniversario de los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París, donde comandos del llamado Estado Islámico asesinaron a 130 personas en el Stade de France, terrazas de café y la sala Bataclan. El presidente Macron y las víctimas subrayan el impacto psicológico duradero y la transformación profunda de la política de seguridad francesa. |
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En paralelo, el gobierno de Pakistán ha confirmado que dos recientes atentados suicidas fueron perpetrados por nacionales afganos, alimentando el temor a un nuevo ciclo de inestabilidad transfronteriza entre ambos países y a la expansión de grupos afines al Estado Islámico en Asia meridional. |
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Implicaciones |
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Diez años después de París, la amenaza yihadista no ha desaparecido; se ha transformado. En Europa, los grandes atentados coordinados son menos probables gracias al trabajo de inteligencia y a la cooperación policial, pero crece el riesgo de lobos solitarios radicalizados en línea. En regiones como el Sahel, Afganistán o Pakistán, en cambio, el terrorismo sigue siendo una realidad cotidiana que mina Estados frágiles y crea caldo de cultivo para nuevas oleadas migratorias y de violencia. |
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Para la Unión Europea, este doble frente plantea una disyuntiva incómoda. O se limita a gestionar los síntomas –reforzando controles internos, aumentando vigilancia, endureciendo leyes antiterroristas– o asume, por fin, que sin una estrategia seria en materia de desarrollo, seguridad y gobernanza en su vecindad ampliada, la amenaza seguirá regenerándose. |
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La conmemoración de París debería servir para algo más que para discursos solemnes: debería impulsar una reflexión honesta sobre los errores cometidos en Oriente Medio, el Sahel y Afganistán, y sobre la responsabilidad compartida de unas élites que prefirieron mirar para otro lado mientras se incubaba el monstruo. |
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Rack de medios (selección orientativa) |
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Semáforo de riesgos |
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El fin del cierre no reduce la crispación; la ofensiva con los correos de Epstein anticipa una campaña permanente de destrucción mutua entre élites políticas. |
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Alto el fuego frágil, fuerza internacional aún por definir, carta de Trump sobre Netanyahu y consolidación de la media luna proiraní desde Irak hasta el Mediterráneo. |
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Moscú marca líneas rojas mientras tantea la disposición de Trump a forzar una “paz” sobre el terreno; la fatiga europea y las divisiones internas siguen creciendo. |
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La disputa tecnológica Estados Unidos-China entra en fase de tregua táctica, pero los aranceles y la fragmentación de cadenas de valor siguen erosionando la estabilidad del sistema comercial. |
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Continuidad de élites en Irak, ascenso de actores proiraníes y riesgo latente de nuevos estallidos de protesta y violencia sectaria. |
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Menor riesgo de atentados masivos coordinados en Europa, pero persistencia de células y lobos solitarios, mientras en Asia y el Sahel la violencia sigue muy viva. |
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El fin del cierre reduce la incertidumbre a corto plazo, pero la guerra arancelaria con China y la debilidad de la demanda presionan a la baja los precios del petróleo, reflejando dudas sobre el ciclo económico mundial. |
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I. Informe ejecutivo: semáforo de riesgos estratégicos ampliado (noviembre 2025) |
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RIESGOS ROJOS (Alta Probabilidad / Alto Impacto Inminente) |
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RIESGOS ÁMBAR (En Evolución / Impacto Sistémico) |
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OPORTUNIDADES Y RIESGOS GESTIONADOS (Verde) |
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II. Panel de situación global |
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Esta sección proporciona un análisis de dominio profundo de los clústeres de datos que sustentan el informe ejecutivo. |
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Dominio 1: El Desorden Interno de EE.UU. y sus Repercusiones Globales |
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1.1 Anatomía de la Parálisis de EE.UU. (Cierre y Política) |
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El cierre del gobierno de 2025 es un evento de crisis autoinfligida. El fracaso del Congreso para aprobar una resolución continua (CR) o los proyectos de ley de asignaciones tiene sus raíces en la polarización extrema. Las propuestas de ambos partidos han fracasado en el Senado; los demócratas insisten en la extensión de los créditos fiscales de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA) , mientras que los republicanos de la Cámara buscan recortes de gastos. La retórica se ha deteriorado, con acusaciones de "secuestro" y "toma de rehenes". El costo de esta parálisis es tangible. Más allá de los $11 mil millones en actividad económica permanentemente perdida , el impacto humano es la verdadera amenaza a la seguridad. Aproximadamente 670,000 empleados federales están suspendidos (furloughed) y 730,000 (incluyendo personal de seguridad) trabajan sin paga. La Universidad de Michigan informa que la confianza del consumidor se ha desplomado a 50.3 , un nivel casi récord. La directora de la encuesta señaló que la preocupación está "generalizada en toda la población, vista a través de la edad, los ingresos y la afiliación política". |
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1.2 El "Caso Epstein" como Arma Política de Doble Filo |
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La política interna de EE.UU. se ha visto aún más consumida por la publicación de documentos relacionados con Jeffrey Epstein, que se ha convertido en un arma política en medio de la crisis del cierre. |
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Dominio 2: La Doctrina Trump 2.0: Unilateralismo Transaccional ("Rule of Don") |
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2.1 Guerra en el Caribe: La Nueva Doctrina de "Narco-Terrorismo" |
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La política exterior de la administración se define por un unilateralismo agresivo. En el Caribe, EE.UU. ha desplegado una "fuerza de combate marítima" para llevar a cabo una campaña de "ataques letales" contra presuntos contrabandistas. Esta no es la interdicción tradicional; es una guerra de eliminación. |
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2.2 La Tregua de Busan (EE.UU.-China): Un Desacoplamiento Táctico |
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La "Tregua de Busan" es el otro pilar de la política exterior: el transaccionalismo. El acuerdo es un intercambio directo de alivio económico (ver Tabla 1). |
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Dominio 3: Puntos Críticos de Conflicto y Esfuerzos de Estabilización |
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3.1 Gaza - "El Día Después" (La Arquitectura del Fracaso) |
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El Plan de Paz de 20 Puntos ha logrado con éxito su "Fase 1": un alto el fuego , la liberación de rehenes vivos y prisioneros palestinos , y una retirada parcial de las FDI. Sin embargo, la "Fase 2", la gobernanza del "día después", está diseñada para fracasar (ver Tabla 2). |
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3.2 Interferencia Presidencial y la Soberanía Aliada (Caso Netanyahu) |
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En una medida sin precedentes, el presidente Trump ha intervenido directamente en el sistema judicial de un aliado. Ha enviado una carta formal al presidente israelí Isaac Herzog solicitando un "perdón total" para el primer ministro Benjamin Netanyahu. |
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Netanyahu está en medio de un juicio por corrupción por soborno, fraude y abuso de confianza , que comenzó en 2020 y cuya fase de defensa se inició en diciembre de 2024. Trump, en su carta, califica el juicio de "persecución política e injustificada" , haciéndose eco del lenguaje que usa para sus propios problemas legales. |
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La oficina del presidente Herzog emitió una negativa cortés pero firme, señalando que las solicitudes de indulto deben seguir los canales establecidos por la ley y solo pueden considerarse después de una condena y una admisión de culpa. El análisis del periódico israelí Haaretz sugiere que esta intervención "torpe" es una señal de que "el lazo legal se está apretando" para Netanyahu. |
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3.3 Ucrania - El Bolsillo de Pokrovsk y la "Realidad" de Lavrov |
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La guerra en Ucrania se ha convertido en una guerra de desgaste de alta intensidad, simbolizada por la batalla por el bolsillo de Pokrovsk-Myrnohrad. |
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3.4 Afganistán-Pakistán: Una Nueva Guerra Interestatal |
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El conflicto latente entre Pakistán y los talibanes afganos se ha convertido en una guerra abierta. El 9 de octubre, Pakistán, frustrado por los ataques transfronterizos del TTP (Talibán Pakistaní) , lanzó ataques aéreos dentro de Afganistán, incluidos Kabul, Khost y Paktika. Estos ataques mataron a miembros de alto rango del TTP. En represalia, los talibanes afganos atacaron puestos fronterizos militares paquistaníes. |
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Este es el inicio de una nueva guerra regional. Es una consecuencia directa del vacío de poder dejado por EE.UU.. Pakistán se ha dado cuenta de que su antiguo proxy, el talibán afgano, no controlará (y de hecho albergará) al TTP , obligando a Pakistán a adoptar tácticas ofensivas. |
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Dominio 4: Panorama de Amenazas Secundarias y Riesgos Emergentes |
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4.1 El Legado de Bataclan y la Metamorfosis del Terrorismo Yihadista |
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Mientras Francia conmemora el décimo aniversario de los ataques del 13 de noviembre de 2015 en París , la naturaleza de la amenaza terrorista ha evolucionado. |
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4.2 Estabilidad Relativa en Irak |
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En un marcado contraste con la volatilidad regional, Irak ha emergido como un punto de "calma". El Primer Ministro Mohammed Shia al-Sudani ha consolidado con éxito el poder después de que su coalición "Reconstrucción y Desarrollo" obtuviera una gran victoria en las elecciones parlamentarias. Su éxito se basa en un enfoque interno en la infraestructura tangible (puentes y túneles en Bagdad) y en el mantenimiento de un delicado equilibrio entre sus aliados en Irán y su socio de seguridad, EE.UU.. |
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III. Línea editorial y perspectiva estratégica (“El fondo”) |
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El análisis de 13 de noviembre de 2025 revela un panorama global definido por la Paradoja del "G-Zero": Parálisis Interna de EE.UU. versus Hiper-Agresión Externa. El mundo ha entrado oficialmente en el "G-Zero". Ya no hay un hegemón global que proporcione estabilidad; solo hay una potencia grande y errática. La administración estadounidense está en guerra consigo misma. Internamente, el cierre histórico del gobierno , la incapacidad de pagar a sus propios militares , el colapso de la confianza del consumidor y las amargas luchas políticas internas (como el caso Epstein ) demuestran una incapacidad para la gobernanza básica. |
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Externamente, esta parálisis interna se compensa con una hiper-agresión unilateral. La administración está ejecutando una política exterior de "suma cero" y "hazlo solo", definida como el "Rule of Don". Esto incluye ataques letales en el Caribe que rompen alianzas clave ; intervenciones personales sin precedentes en la soberanía judicial de un aliado (el caso Netanyahu ); y la imposición de planes de paz (Gaza ) que carecen de un apoyo aliado fundamental porque están diseñados para fracasar. |
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Las "victorias" de esta política exterior (la "Tregua de Busan" y el "Plan de Paz de Gaza") son ilusorias. Ambas carecen de sostenibilidad institucional. La "Tregua de Busan" no es una paz estratégica, sino una pausa táctica en una guerra geoeconómica estructural. El verdadero desacoplamiento está siendo impulsado por el C-Suite (ej. General Motors ), no por la Casa Blanca. El "Plan de Paz de Gaza" no es una paz sostenible, sino un alto el fuego mediado construido sobre una arquitectura (la ISF ) diseñada para colapsar, permitiendo a la administración culpar a sus aliados por su fracaso. |
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Las implicaciones estratégicas de este mundo de "sálvese quien pueda" o "Beggar-thy-World" son claras: |
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Conclusión editorial |
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El mundo ha asistido al final del cierre federal más largo de la historia de Estados Unidos, pero no al final del cierre mental de unas élites que confunden la gobernación con la guerra de trincheras. Washington reabre sus puertas mientras la política se hunde un poco más en el lodazal del escándalo permanente: hoy son los correos de Epstein, mañana será otro expediente seleccionado con lupa para alimentar la hoguera mediática. |
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En paralelo, Oriente Medio sigue ardiendo a fuego lento: Gaza busca una paz vigilada por cascos azules que aún no existen, Irak continúa atrapado entre milicias y apatía, Netanyahu se aferra al poder con el aliento de un Trump dispuesto a poner su firma hasta en un indulto ajeno. Europa recuerda a sus muertos de París mientras mira, con una mezcla de cansancio y fatalismo, la frontera ucraniana y la creciente presión migratoria yihadista. |
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El tablero geopolítico de hoy muestra un rasgo inquietante: las grandes potencias están demasiado entretenidas en sus batallas intestinas como para ofrecer liderazgo, y los actores revisionistas –autócratas, narconarcoterroristas, extremistas de toda laya– aprovechan cada grieta. El reto para las democracias no es solo ganar elecciones o aprobar presupuestos: es recuperar la capacidad de ver más allá del titular de mañana y de actuar como lo que dicen ser, custodios de un orden internacional abierto, pero no suicida. |
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IV: Anexo: tablas de datos clave |
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Works cited |
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