El máximo tribunal de Rumanía anuló este viernes los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, ordenando la repetición total del proceso electoral.
“El proceso electoral para elegir al presidente de Rumanía se repetirá en su totalidad. El gobierno fijará una nueva fecha y calendario para los pasos necesarios”, señaló el tribunal en un comunicado.
La decisión se basó en documentos del Consejo de Seguridad de Rumanía, que denunciaron “agresivos ataques híbridos rusos” durante las elecciones. En la primera vuelta anulada, el candidato de extrema derecha, Călin Georgescu, una figura nacionalista y ultraconservadora, había obtenido la mayor parte de los votos el 24 de noviembre, superando a la candidata conservadora Elena Lasconi. Ambos estaban programados para enfrentarse nuevamente en las urnas este domingo.
La sentencia será publicada en el Boletín Oficial, y el Gobierno deberá elaborar un nuevo calendario electoral, con un plazo de hasta tres meses, según informó la cadena pública TVR. El mandato del actual presidente, Klaus Iohannis, concluye el 21 de diciembre, pero podría extenderse si la situación lo requiere.
Esta decisión se produce tras la desclasificación de varios informes de inteligencia este miércoles, por parte de Iohannis, que confirmaron que la campaña de Georgescu fue impulsada por una estrategia de injerencia vinculada a un “actor estatal”, identificado por la prensa rumana como Rusia.
Una red de 25.000 cuentas de TikTok y grupos de Telegram, activos desde 2022, amplificó la presencia de Georgescu, apoyada por un millón de euros en financiación externa, pagos a influencers y técnicas avanzadas para evadir la detección de “bots”. Además, otro informe reveló que se registraron 85.000 ciberataques contra Rumanía, atribuidos a Rusia, con el objetivo de dividir a la sociedad y promover narrativas antioccidentales.
La oposición reacciona
Lasconi criticó la orden judicial, al considerarla contraria “a la esencia misma de la democracia”, y declaró que, “guste o no”, más de 9 millones de ciudadanos ya habían expresado sus preferencias. “No podemos ignorar su voluntad”, afirmó en un mensaje en vídeo, mostrándose confiada en su llegada a la presidencia. En la misma línea, señaló que, aunque la propaganda rusa “sin control” representa “un problema muy grave”, este deberá abordarse después de las elecciones.
Previamente, Lasconi había presentado a Georgescu como una amenaza para la democracia y la seguridad nacional. “Seamos claros, Călin Georgescu es un admirador abierto de Vladimir Putin. Está abiertamente en contra de la OTAN y la Unión Europea”, dijo un día después de la primera vuelta. “Él aboga por la aislación de Rumanía, a la que llama neutralidad”. También advirtió que “sin la OTAN estamos a merced de Rusia”.
¿Rusia influyó en las elecciones?
El jefe de Estado de Rumanía es quien marca las directrices en política exterior y de seguridad, por lo que el perfil prorruso de Georgescu preocupa entre gran parte de los socios de Bucarest, tanto en la UE como en la OTAN.
Unas horas antes de que estallara el escándalo en Rumanía, Georgescu, en declaraciones para una entrevista con la BBC, negó que fuese “el hombre de Moscú” en estas elecciones, pese a que sí describe al presidente ruso, Vladimir Putin, como una “patriota” y un “líder”. También avanzó que, si alcanzara la presidencia, la ayuda militar y política a Ucrania será “cero”, calificando al territorio ucraniano como un “estado inventado”.
Georgescu también se declara partidario del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y ha dicho que el político republicano “sabe lo que quiere, ama a su gente, puso a América primero, igual que yo pongo a Rumania primero”, asegurando que comparten “la misma ideología”.
Rumanía ha jugado un papel crítico en la alianza militar liderada por Estados Unidos desde que Rusia invadió Ucrania en 2022 y muchos analistas les preocupa como afectaría el apoyo militar que recibe Ucrania bajo la presidencia de Georgescu.