Este es el ministro "ultraderechista" de Israel que pone en riesgo la paz con Gaza
El ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, expresó este jueves su “inmensa alegría” ante la posibilidad del regreso de los rehenes israelíes como parte del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás, pero dejó claro que no respaldará el pacto.
El dirigente ultraderechista, uno de los miembros más influyentes del Gobierno de coalición, argumentó que el acuerdo podría “vaciar las cárceles y liberar a la próxima generación de líderes terroristas”, en referencia a la liberación de prisioneros palestinos detenidos en Israel que formaría parte del intercambio.
“Alegría por los rehenes, pero sin concesiones”
Smotrich aseguró que comparte el alivio nacional ante la posibilidad de que los secuestrados regresen a casa, pero subrayó que no está dispuesto a apoyar una medida que, en su opinión, ponga en riesgo la seguridad de Israel.
“Tengo una responsabilidad enorme para asegurarme de que este acuerdo no se convierta en un camino hacia la paz con Hamás”, declaró el ministro.
El político añadió que Israel debe “seguir luchando con todas sus fuerzas por la erradicación total de Hamás y el desarme real de Gaza”, dejando entrever su desconfianza hacia cualquier tipo de negociación o alto el fuego con el grupo islamista.
Una postura que tensiona al Gobierno israelí
Las palabras de Smotrich reflejan las profundas divisiones internas dentro del Ejecutivo israelí sobre la gestión del conflicto y el intercambio de prisioneros. Mientras parte del gabinete considera el acuerdo como un paso humanitario necesario, los sectores más duros del Gobierno temen que la liberación de palestinos encarcelados fortalezca a Hamás y debilite el control de seguridad israelí.
Smotrich insistió en que Israel no puede “confiar su seguridad a fuerzas extranjeras” y que cualquier tregua debe ir acompañada de una ofensiva militar posterior que garantice la destrucción del brazo armado de Hamás.
Un contexto de fuerte presión interna e internacional
El acuerdo de alto el fuego, que contempla la liberación gradual de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos, ha sido recibido con división dentro del Parlamento israelí y con expectativa internacional, ya que podría representar un paso hacia la reducción de la violencia en Gaza tras meses de conflicto.
Mientras tanto, la posición de Smotrich confirma que el ala más dura del Gobierno de Netanyahu mantiene su rechazo frontal a cualquier negociación con Hamás, incluso en un contexto humanitario.
Su mensaje final fue contundente:
“Debemos liberar a nuestros rehenes, pero no a costa de poner en peligro el futuro de Israel.”