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Un experto te dice lo que debes invertir en Bitcoin para que te vaya bien

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El interés por los activos digitales ha crecido de forma exponencial en los últimos años. Lo que comenzó como un fenómeno minorista ha despertado la atención de los grandes inversores institucionales, que ahora debaten qué peso deben tener las criptomonedas (y en especial Bitcoin) en una cartera diversificada. Así lo explica Pierre Debru, Head of Quantitative Research & Multi Asset Solutions de WisdomTree, en un reciente análisis en el que defiende que una exposición del 1% a esta clase de activos representa una posición racional y equilibrada para los gestores multiactivo.

 

Los criptoactivos se abren paso en las carteras institucionales

Según Debru, el mercado ha entrado en una nueva fase: “Las instituciones financieras más relevantes están evaluando cuidadosamente cuánto deberían invertir en esta nueva clase de activos”. De hecho, el 64% de los inversores institucionales en criptomonedas planea aumentar su exposición en los próximos tres años, mientras que el 45% de los que aún no invierten espera hacerlo en ese mismo periodo, según un estudio de Coinbase.

El impulso regulatorio también está contribuyendo a este cambio de tendencia. La aprobación de los ETFs de Bitcoin al contado en Estados Unidos ha permitido que los inversores accedan al activo de forma segura, regulada y transparente, sin necesidad de operar en mercados no supervisados.

Ventajas y riesgos: alta rentabilidad, pero también volatilidad

Entre las principales ventajas de incluir activos digitales en una cartera diversificada, Debru destaca su potencial de revalorización, su baja correlación con otros activos tradicionales y su posible papel como cobertura frente a la inflación.

Sin embargo, la volatilidad sigue siendo el principal obstáculo. Estudios de Fidelity y Coinbase apuntan a que los inversores institucionales aún se muestran reticentes por la falta de fundamentales sólidos, la seguridad en la custodia, la regulación cambiante y las implicaciones ESG (criterios medioambientales, sociales y de gobernanza).

No obstante, la volatilidad de Bitcoin, aunque alta, ya no supera significativamente a la de grandes tecnológicas como Tesla o Nvidia, según un análisis reciente de Fidelity, lo que refuerza la percepción de que el mercado cripto se está estabilizando.

¿Cuánto invertir? La recomendación: entre el 1% y el 5%

Aunque no existe un consenso claro, los estudios comienzan a converger en una exposición moderada a los activos digitales.

  • Según EY, el 76% de las instituciones que ya invierten destinan entre el 1% y el 5% de su cartera a criptomonedas.

  • CoinShares, tras el lanzamiento de los ETFs en EE. UU., sitúa la media en torno al 3%.

  • Fidelity Digital Assets y Franklin Templeton estiman que una asignación de entre el 2% y el 5% puede mejorar la rentabilidad a largo plazo sin elevar significativamente el riesgo.

Incluso BlackRock, la mayor gestora del mundo, ha señalado que una asignación del 2% al Bitcoin, financiada con renta variable, aumentaría el rendimiento anualizado en un 25% con un incremento de riesgo mínimo.

La visión de Pierre Debru: el 1% como posición “neutral”

Para Pierre Debru, una exposición del 1% a los activos digitales es una posición prudente y lógica en ausencia de una tesis de inversión más sólida o una visión claramente negativa sobre el futuro del criptoespacio.

“El 1% es una opción racional: permite beneficiarse del crecimiento del sector en escenarios positivos y limita las pérdidas en los negativos”, sostiene el experto.

Debru argumenta que las criptomonedas ya representan alrededor del 1% de la capitalización total de los activos financieros globales, un tamaño comparable al de los bonos de alto rendimiento o las small caps de mercados emergentes. Por tanto, no tener exposición alguna equivale, en la práctica, a apostar activamente en contra de esta clase de activos.

Su compañera Dovile Silenskyte, directora de Investigación de Activos Digitales en WisdomTree, refuerza esta idea: una asignación del 2% en Bitcoin dentro de una cartera 60/40 puede aumentar la rentabilidad anual en un 1,3% con un incremento de volatilidad de apenas el 0,19%, gracias a la baja correlación del activo con la renta fija y variable.

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Una nueva clase de activo que ya no se puede ignorar

En definitiva, los expertos coinciden en que los activos digitales han dejado de ser una moda pasajera para convertirse en una categoría más dentro de las inversiones alternativas. Su inclusión en carteras diversificadas puede mejorar la rentabilidad ajustada al riesgo, aunque exige una gestión prudente, una adecuada comprensión del mercado y, sobre todo, una visión a largo plazo.

Como concluye Pierre Debru, “no invertir en cripto ya es, en sí misma, una decisión de inversión”.
El desafío para los grandes inversores ahora no es si deberían entrar, sino cuándo y cuánto hacerlo.

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