París mueve ficha en la ONU

Francia reconoce al Estado de Palestina y reordena el tablero europeo

Emmanuel Macron anunció en Nueva York el reconocimiento oficial del Estado de Palestina y lo presentó como una apuesta por reactivar una solución política al conflicto. El paso, coordinado con otros aliados occidentales, abre un nuevo capítulo diplomático con efectos que trascienden la geopolítica y alcanzan a la economía europea.

Bélgica, Luxemburgo y Malta anuncian el reconocimiento del Estado palestino y empujan la agenda de la “solución de dos Estados”
Francia reconoce al Estado de Palestina y reordena el tablero europeo

Francia ha dado un giro que ya marca el pulso de la semana en la ONU y en las capitales europeas. “Fiel al compromiso histórico de mi país con la paz entre israelíes y palestinos, hoy Francia reconoce el Estado de Palestina”, proclamó Emmanuel Macron en la Asamblea General en Nueva York, entre aplausos y con las cámaras apuntando a un gesto que llevaba meses incubándose en París. La escena no es menor: el Elíseo había adelantado en julio que oficializaría el paso en septiembre y lo hace ahora para tratar de desbloquear un callejón sin salida de más de una década. 

El mensaje del presidente francés llegó con un subrayado político y moral: el reconocimiento no es una concesión a Hamás, sino, en palabras del propio Macron, “una derrota” para el terrorismo y el antisemitismo, y una vía para rescatar el horizonte de dos Estados. Francia sitúa como prioridades inmediatas la liberación de los rehenes israelíes, el fin de las operaciones militares en toda la Franja y la reconstrucción de Gaza bajo una Autoridad Palestina reformada y sin presencia de Hamás. Así lo expresó ante una sala en pie y con decenas de líderes europeos alineando discursos a favor de una solución negociada. 

La jugada no llega sola. París se suma a una ola coordinada de reconocimientos que incluye a Reino Unido, Canadá y Australia, además de varios socios europeos como Bélgica, Luxemburgo, Malta, Mónaco y Andorra, con los que Francia ha tratado de tejer una posición que devuelva credibilidad a la UE después de meses de fractura interna sobre Gaza. Los recuentos difieren por horas y comunicados, pero el cuadro es claro: la masa crítica de países que reconocen a Palestina supera ya con holgura a los tres cuartos de los miembros de la ONU, con Francia incorporando el peso simbólico y estratégico de un miembro permanente del Consejo de Seguridad. 

En el lado israelí, la reacción fue de rechazo frontal. Fuentes oficiales y medios afines al gobierno de Benjamín Netanyahu describieron el paso como un error que “premia” a los violentos y advirtieron de medidas en el terreno político y territorial, en un contexto en el que el Ejecutivo israelí mantiene su oposición total a la estatalidad palestina en las condiciones actuales. Ese tono marcó también la interlocución con delegaciones europeas durante la cumbre. 

España, que desde el inicio de la guerra en Gaza ha abogado por una vía internacional que salve la solución de dos Estados, saludó el movimiento francés y volvió a defender la necesidad de que Palestina ocupe su asiento pleno en Naciones Unidas. El respaldo verbal se acompasa con la presión diplomática de Madrid para que la UE converja y para que Washington acepte, al menos, un marco de seguridad y reconstrucción en Gaza que excluya a Hamás del gobierno y devuelva capacidad efectiva a la Autoridad Palestina. 

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