Monta una lavandería de autoservicio y dice lo que gana al mes: "No me lo creo"
El creador de contenido Adrián G. Martín ha vuelto a poner el foco en los pequeños negocios que triunfan sin hacer ruido. En esta ocasión, ha visitado una lavandería de autoservicio y ha preguntado directamente a su propietario cuánto factura con este tipo de negocio. La respuesta ha sorprendido a muchos.
Según el dueño, la facturación media mensual ronda los 5.000 euros, aunque el resultado depende en gran medida de la ubicación, el tamaño del local y el número de máquinas disponibles. En su caso, cada máquina genera entre 800 y 1.200 euros al mes, una cifra que permite estimar con bastante precisión la rentabilidad del negocio. "No me lo creo", dicen muchos de los comentarios en las redes sociales.
“Cada lavadora o secadora tiene que facturar eso más o menos. Si baja de esas cifras, algo va mal”, explica el empresario.
Los locales más rentables superan los 12.000 euros al mes
El propietario también ha revelado que algunos locales llegan a facturar entre 12.000 y 15.000 euros mensuales, cifras que corresponden a establecimientos con varias máquinas en funcionamiento continuo y buena ubicación, generalmente en zonas urbanas con alta densidad de población o junto a universidades y barrios de alquiler temporal.
Lo más llamativo es el margen de beneficio, que alcanza aproximadamente el 50% de la facturación total. Esto se debe a que una vez amortizada la inversión inicial —compra de las máquinas, adecuación del local y sistema de cobro automatizado—, los gastos fijos son reducidos: electricidad, agua, detergente, mantenimiento y limpieza.
“De lo que se factura, la mitad se puede considerar beneficio neto. Es un negocio que, si se gestiona bien, da para vivir sin estar todo el día en él”, señala el dueño entrevistado.
Un modelo de negocio con bajo mantenimiento
Las lavanderías autoservicio se han multiplicado en los últimos años en España. Su atractivo reside en que no requieren personal constante y funcionan prácticamente solas gracias a los sistemas automatizados de pago.
La inversión inicial puede situarse entre 60.000 y 120.000 euros, dependiendo del tamaño y la marca de las máquinas. El retorno, según los expertos del sector, puede alcanzarse en un plazo de dos a cuatro años si se escoge bien la ubicación.
Además, el auge de los alquileres turísticos y viviendas compartidas ha impulsado este tipo de negocios, ya que muchas personas sin lavadora en casa o con cargas de ropa grandes recurren a ellos con frecuencia.
Un negocio “tranquilo”, pero que exige estrategia
Aunque pueda parecer una inversión sencilla, los propietarios coinciden en que elegir la ubicación adecuada es clave. Un local en una zona con poco tránsito o con exceso de competencia puede tardar más tiempo en ser rentable.
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El dueño entrevistado por Adrián G. Martín lo resume así:
“No es un negocio para hacerse rico rápido, pero sí estable. Una vez está montado, apenas da trabajo y deja un beneficio muy digno”.
El vídeo de Adrián ha despertado mucho interés entre los usuarios que buscan modelos de negocio pasivo o semi pasivo, y confirma una tendencia que ya se veía venir: las lavanderías de autoservicio se consolidan como una de las opciones más rentables y sostenibles dentro del pequeño comercio urbano.
