El cometa 3I/Atlas, procedente del espacio interestelar, se acercará a la Tierra el próximo año.

La NASA confirma el paso del cometa interestelar 3I/Atlas: un espectáculo cósmico iluminará el cielo en 2025

La NASA ha revelado nuevos datos sobre el cometa 3I/Atlas, un cuerpo interestelar que se aproximará a la Tierra en 2025 a una distancia segura. Su paso permitirá la observación de lluvias de meteoros, emisiones de partículas y brillantes eventos atmosféricos, convirtiéndose en una oportunidad científica única para estudiar material procedente de fuera del sistema solar.

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El cometa 3I/Atlas, uno de los pocos objetos confirmados que proviene del espacio interestelar, se dirige hacia su máximo acercamiento a la Tierra previsto para mediados de 2025. Según los últimos informes publicados por la NASA, el cometa pasará a una distancia completamente segura, pero lo suficientemente próxima como para generar un auténtico espectáculo astronómico visible desde distintos puntos del planeta.

Los astrónomos estiman que su paso podrá observarse a simple vista durante varias noches consecutivas, con una intensidad comparable a la de los cometas más brillantes registrados en las últimas décadas. Además, el rastro de partículas que acompaña su trayectoria podría provocar una serie de lluvias de meteoros y fenómenos luminosos al entrar en contacto con la atmósfera terrestre.

La agencia espacial estadounidense confirmó que el cometa viaja a gran velocidad —más de 100.000 km/h— y que su composición, rica en elementos volátiles y polvo interestelar, ofrece una oportunidad única para analizar material que se formó fuera del sistema solar. Los científicos del Jet Propulsion Laboratory (JPL) señalaron que el evento servirá para “ampliar el conocimiento sobre la evolución de los cuerpos interestelares y su interacción con el entorno solar”.

“3I/Atlas no representa ningún riesgo para la Tierra. Su aproximación es completamente segura, pero extremadamente valiosa desde el punto de vista científico”, explicó la doctora Amy Mainzer, astrofísica de la NASA. “Nunca antes habíamos tenido la oportunidad de estudiar un cometa interestelar de este tamaño y con una órbita tan accesible”, añadió.

La agencia espacial prevé desplegar una serie de observaciones conjuntas utilizando el telescopio espacial James Webb, el observatorio Hubble y una red de estaciones terrestres distribuidas en varios continentes. El objetivo será analizar su núcleo, su coma (la envoltura gaseosa que rodea al cometa) y las emisiones de partículas que podrían generar auroras débiles en zonas de alta latitud.

El fenómeno también tiene implicaciones educativas y de divulgación científica. Observatorios astronómicos de todo el mundo preparan programas especiales para que el público pueda seguir el paso del cometa, mientras la NASA planea retransmitir en directo las imágenes captadas desde el espacio y desde la superficie terrestre.

La última vez que un objeto interestelar fue detectado en nuestro sistema solar fue en 2019, con el paso de 2I/Borisov, y antes de él el famoso ʻOumuamua en 2017. Sin embargo, el 3I/Atlas se diferencia por su mayor tamaño y por la claridad con la que podrá ser observado desde la Tierra, algo que lo convierte en un acontecimiento astronómico excepcional.

Los expertos calculan que la máxima visibilidad del cometa se producirá entre junio y julio de 2025, especialmente en el hemisferio norte. Durante ese periodo, su brillo podría alcanzar magnitudes perceptibles a simple vista, dependiendo de su actividad y de las condiciones atmosféricas.

La NASA ha hecho un llamado a la calma ante los rumores de colisión difundidos en redes sociales. “No existe ningún peligro. Este será un evento de observación astronómica y de descubrimiento científico, no una amenaza”, aclaró la agencia en su comunicado.

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