Spotify enfrenta una demanda por inflar miles de millones de reproducciones falsas de Drake
Una nueva demanda colectiva presentada en California acusa a Spotify de haber permitido “miles de millones de reproducciones fraudulentas” de canciones del rapero Drake, generadas presuntamente por una red de bots que infló artificialmente su número total de escuchas. El caso, encabezado por el rapero RBX —primo de Snoop Dogg y veterano de la Costa Oeste—, podría convertirse en uno de los litigios más grandes en la historia del streaming musical.
La denuncia, presentada el domingo por la noche ante el Tribunal de Distrito de California, sostiene que una parte “sustancial” de los 37.000 millones de reproducciones de Drake en la plataforma no fueron legítimas. “Cada mes, bajo la atenta mirada de Spotify, se generan miles de millones de reproducciones fraudulentas mediante métodos falsos, ilegítimos o ilegales como el uso de bots”, señala el texto legal. Según los demandantes, este tipo de prácticas “causan un enorme perjuicio económico” a otros artistas, compositores y productores, al reducir su parte proporcional en el reparto de regalías.
Spotify distribuye los ingresos por streaming a través de un modelo prorrateado: los ingresos mensuales por suscripciones y publicidad se concentran en un fondo común que se reparte según la cuota de mercado de cada artista. Si un músico infla sus cifras mediante bots, diluye el valor de las reproducciones reales, llevándose una parte mayor del fondo a costa de otros creadores.
De acuerdo con Rolling Stone, la demanda señala que el uso de bots es un problema generalizado en Spotify, pero destaca específicamente a Drake por su volumen “anormal” de actividad. Los abogados aseguran contar con “información voluminosa que la compañía conoce o debería conocer”, demostrando que un “porcentaje sustancial y significativo” de las reproducciones del artista fueron “inauténticas y atribuibles a una red de cuentas automatizadas”.
El documento indica que la supuesta manipulación ocurrió entre enero de 2022 y septiembre de 2025. Durante ese periodo, se detectó un uso irregular de VPN para ocultar el origen de las escuchas. Un ejemplo citado describe 250.000 reproducciones de la canción “No Face” generadas en Turquía en apenas cuatro días, aunque fueron geolocalizadas al Reino Unido para disimular su procedencia. También se descubrieron picos “inusuales y persistentes” en las cifras de Drake meses después del lanzamiento de sus temas, sin descensos proporcionales como los que suelen observarse en otros artistas.
La denuncia apunta a que miles de cuentas reproducían la música del rapero hasta 23 horas al día, y que menos del 2% de los usuarios eran responsables del 15% de todas sus escuchas. “La música de Drake acumuló un número total de reproducciones mucho mayor que otros artistas con bases de oyentes superiores”, añade el texto, calificando el patrón como “asombroso e irregular”.
Un portavoz de Spotify respondió a las acusaciones en un comunicado enviado a Consequence, asegurando que la empresa “no se beneficia en absoluto de las reproducciones artificiales” y que ha invertido en “sistemas de vanguardia para detectar y eliminar actividad fraudulenta”. Según la compañía, las medidas incluyen retención de regalías, eliminación de escuchas falsas y penalizaciones a los responsables.
El comunicado subraya además que sus controles son eficaces: “En un caso del año pasado, un delincuente fue acusado de robar 10 millones de dólares de servicios de streaming, de los cuales solo 60.000 provenían de Spotify, lo que demuestra nuestra capacidad para limitar el impacto del fraude”.
La demanda solicita más de 5 millones de dólares en daños, alegando que los titulares de derechos perdieron “cientos de millones de dólares” por el fraude masivo. También pide que el caso sea certificado como demanda colectiva, que Spotify revele los nombres de otros posibles afectados y que se celebre un juicio con jurado.
Este litigio llega apenas semanas después de que un juez desestimara una demanda de Drake contra Universal Music Group, en la que el artista acusaba a su propio sello de inflar las reproducciones de la canción “Not Like Us” de Kendrick Lamar. Mientras tanto, Spotify ha endurecido sus políticas contra artistas que compran reproducciones a servicios externos, advirtiendo que sus canciones podrían ser eliminadas de la plataforma.
RBX, conocido por su participación en los álbumes “The Chronic” de Dr. Dre y “Doggystyle” de Snoop Dogg, busca sentar un precedente legal contra lo que considera una práctica sistemática de manipulación en la industria del streaming. “Esto no solo daña a los artistas legítimos, sino que corrompe la confianza en el valor real de la música digital”, declaró el rapero en declaraciones previas a la prensa.
El caso, que enfrenta a una de las plataformas más poderosas del mundo con el artista más escuchado de la década, abre un nuevo capítulo en el debate sobre la transparencia, ética y manipulación en la economía del streaming.