Trump ya tiene claro quién será el candidato republicano en las elecciones de 2028
Donald Trump parece tener muy claro quién tomará el relevo dentro del Partido Republicano. El presidente de Estados Unidos ha afirmado este martes desde la Casa Blanca que su actual vicepresidente, JD Vance, “probablemente” será su sucesor como candidato republicano en las elecciones presidenciales de 2028.
En una conversación con periodistas durante un acto oficial, Trump señaló que Vance —a quien calificó de “favorito claro”— podría incluso formar equipo con el secretario de Estado, Marco Rubio, consolidando así una dupla con experiencia en política interna y exterior.
“Para ser justos, lo más probable es que lo sea el vicepresidente (JD Vance). Creo también que Marco es alguien que podría hacer equipo de alguna manera con JD. Tenemos gente increíble sobre el escenario”, expresó el mandatario, rodeado de miembros de su gabinete.
Aunque Trump aseguró que “todavía es demasiado pronto para hablar de ello”, dejó claro que Vance cuenta con su bendición política. “Está haciendo un gran trabajo y probablemente sería el favorito en este momento”, añadió.
Vance, el delfín político de Trump
JD Vance, de 40 años y exmarine, ha pasado en apenas unos años de ser un novelista y empresario a convertirse en una de las figuras más influyentes del trumpismo. Desde la vicepresidencia, ha asumido un papel clave en la política doméstica del país y también ha tenido una creciente presencia internacional como diplomático y portavoz del ala dura republicana.
Su perfil, mezcla de disciplina militar, conservadurismo social y discurso populista, ha encajado perfectamente con la base electoral de Trump. Muchos analistas políticos ya lo califican como el heredero natural del movimiento MAGA (Make America Great Again).
Marco Rubio, el posible número dos
En su intervención, Trump también hizo una mención especial a Marco Rubio, actual secretario de Estado y figura central en la política exterior estadounidense. Rubio, antiguo senador por Florida, ha reforzado su peso en la administración gracias a su papel en crisis internacionales recientes y a su cercanía personal con el presidente.
El propio Rubio declaró recientemente que respaldaría a Vance si este decidiera presentarse en 2028, alimentando las especulaciones sobre una futura alianza entre ambos.
De hecho, Rubio es la primera persona desde Henry Kissinger en ejercer simultáneamente como secretario de Estado y asesor de seguridad nacional, un cargo que le ha permitido acumular una enorme influencia en la política exterior estadounidense.
Trump, sin intención de desaparecer
Aunque la Constitución prohíbe expresamente un tercer mandato presidencial, Trump ha dejado caer en diversas ocasiones que no descarta postularse de nuevo en 2028, un gesto más simbólico que legal, pero que refleja su intención de seguir marcando el rumbo del Partido Republicano.
Con su popularidad aún muy alta entre la base conservadora y su control férreo sobre el aparato republicano, su apoyo será decisivo en la carrera por la nominación.
El mensaje político entre líneas
El gesto de Trump al mencionar públicamente a JD Vance no es casual. Envía una señal clara: su movimiento tiene sucesión y continuidad. Si bien el mandatario sigue siendo el rostro visible del trumpismo, su apuesta por un relevo generacional pretende garantizar que su legado político sobreviva más allá de su mandato.
Con este movimiento, Trump no solo anticipa el futuro del partido, sino que marca el inicio temprano de la batalla presidencial de 2028, colocando a Vance como su delfín y heredero natural del proyecto que ha redefinido la política estadounidense en la última década.
