Claves del día: La gran amenaza de la OTAN, Milei al borde del abismo y el estallido del sistema
El equilibrio geopolítico global vuelve a tensionarse. La OTAN advierte de un posible ataque ruso en Europa si Xi Jinping decide invadir Taiwán, mientras Donald Trump endurece su postura ante Moscú y prepara una reunión clave con Zelensky. Al mismo tiempo, Javier Milei enfrenta una crisis económica y política que amenaza con desestabilizar Argentina y poner a prueba la estrategia de Washington frente a Pekín.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, lanzó una de las advertencias más duras de los últimos meses: “La clave es China”. Según la Alianza Atlántica, si Pekín ordenara una ofensiva sobre Taiwán, Rusia podría aprovechar la distracción internacional para abrir un nuevo frente en Europa, provocando una crisis simultánea a escala global. La hipótesis inquieta tanto a Bruselas como a Washington, que ven cómo el tablero geopolítico se fragmenta peligrosamente.
Los informes internos de la OTAN citados por Reuters señalan que Moscú y Pekín mantienen una coordinación táctica que podría convertirse en una alianza militar de facto. El objetivo: dividir a la OTAN y debilitar la presencia estadounidense en Europa. “Si China se mueve, Rusia también lo hará”, advirtió un alto funcionario de la Alianza, subrayando que cualquier error de cálculo podría desatar “una escalada sin precedentes desde la Guerra Fría”.
Mientras tanto, en Washington, Donald Trump se prepara para un encuentro estratégico con el presidente ucraniano Volodímir Zelensky, con los misiles Tomahawk como punto central de la agenda. El líder estadounidense, que insiste en “estar preparados ante cualquier distracción rusa”, sopesa ampliar el envío de armamento de largo alcance a Kiev. El mensaje a Moscú es claro: Estados Unidos no se retirará del conflicto ucraniano.
La tensión militar coincide con una nueva guerra comercial entre Washington y Pekín. La reciente imposición de aranceles del 100 % por parte de Trump a los productos chinos ha disparado las alertas en los mercados, aunque también ha beneficiado a TSMC, el gigante taiwanés de semiconductores, que reportó un aumento del 39 % en sus beneficios trimestrales gracias a la explosión de la demanda de chips para inteligencia artificial.
En Europa, los líderes intentan mantener una línea de unidad. La Comisión Europea ha pedido al gobierno de Trump que mantenga su apoyo a Ucrania, mientras los precios del gas y el petróleo muestran una volatilidad creciente por el temor a una crisis energética en caso de una escalada bélica.
Sin embargo, el foco también se traslada al sur del continente americano, donde Argentina vive una situación crítica. El presidente Javier Milei, acorralado por la presión social y el colapso del peso, negocia con el Fondo Monetario Internacional un rescate de 40.000 millones de dólares para estabilizar la economía antes de las elecciones del 26 de octubre.
Según informes de Bloomberg, Estados Unidos condiciona su apoyo financiero a la continuidad del gobierno de Milei, interpretando la operación como parte de su estrategia de contención frente a China en América Latina. Mientras tanto, la percepción ciudadana en Argentina sigue deteriorándose: más del 70 % de los encuestados considera que el país va “en la dirección equivocada”.
En este clima, los analistas hablan ya del “estallido del sistema”, una conjunción de crisis políticas, militares y financieras que amenaza con redefinir el orden mundial. Con la OTAN en alerta máxima, la economía global pendiente de los chips y la región latinoamericana en ebullición, 2025 se perfila como el año en que la geopolítica vuelva a marcar el pulso de los mercados.