Política y mercados | Rebelión en Nueva York y tensión en Wall Street

Claves del día: Wall Street tiembla, Nueva York se rebela contra Trump y ya puedes ver el 3I/Atlas

La victoria del socialista Zohran Mamdani como nuevo alcalde de Nueva York —el primero musulmán y el más joven en más de un siglo— marca una rebelión política contra Donald Trump en su propia ciudad natal. Mientras tanto, Wall Street sufre una nueva ola de ventas, con el Nasdaq 100 cayendo un 0,37% y el S&P 500 debilitado por el temor a una burbuja tecnológica alimentada por la inteligencia artificial. En el cielo, el cometa 3i/Atlas se convierte en símbolo del desconcierto global.

Claves del día: Wall Street tiembla, Nueva York se rebela contra Trump y ya puedes ver el 3i/Atlas

Nueva York, epicentro del poder financiero y cuna de Donald Trump, se ha convertido en el escenario de una rebelión política sin precedentes. Zohran Mamdani, de 34 años, socialista democrático e hijo de inmigrantes, ha ganado las elecciones municipales con un discurso que desafía directamente al presidente. “Si alguien puede mostrar a una nación traicionada por Trump cómo derrotarlo, es la ciudad que lo vio nacer”, proclamó ante una multitud eufórica en Queens.

Su victoria, interpretada como un golpe generacional dentro del Partido Demócrata, llega con una participación récord de más de dos millones de votantes, la más alta desde 1969. Mamdani propone congelar los alquileres, ofrecer transporte y guarderías gratuitas, y “devolver el poder a los trabajadores”, medidas que han sido recibidas con entusiasmo por los sectores progresistas y con inquietud por las élites económicas.

En Wall Street, la reacción fue inmediata. Los grandes índices bursátiles se tiñeron de rojo en una jornada marcada por la incertidumbre. El Nasdaq 100 retrocedió un 0,37%, mientras el S&P 500 apenas logró sostenerse tras las fuertes ventas del día anterior. Los inversores, ya golpeados por la volatilidad, vieron en los resultados electorales y en el discurso del nuevo alcalde una señal de que la política estadounidense entra en una nueva fase de polarización.

El temor principal, sin embargo, sigue siendo la burbuja de la inteligencia artificial. Las acciones de Palantir se desplomaron un 8% después de que el célebre inversor Michael Burry —conocido por anticipar la crisis financiera de 2008— apostara en corto contra la compañía. Según Burry, la fiebre por la IA está generando una nueva sobrevaloración masiva en el mercado tecnológico. Con Palantir cotizando a 450 veces sus beneficios futuros, frente a las 50 veces de Nvidia, las advertencias de una corrección inminente resuenan con fuerza en el parqué.

El golpe se extendió rápidamente a Tesla, Meta y Nvidia, provocando la evaporación de más de 730.000 millones de dólares en capitalización bursátil. Las criptomonedas tampoco escaparon al contagio: Bitcoin cayó por debajo de los 100.000 dólares, marcando mínimos de varios meses, mientras que Ethereum retrocedió más de un 10% antes de recuperar ligeramente el terreno perdido.

En este contexto de nerviosismo financiero y tensión política, un fenómeno celeste acaparó la atención mundial: el cometa 3i/Atlas, cuya trayectoria de acercamiento a la Tierra ofrece una visibilidad excepcional y un comportamiento anómalo que intriga a los astrónomos. Los primeros estudios señalan una aceleración no gravitacional en su movimiento, lo que sugiere una estructura interna compleja y podría aportar nueva información sobre la formación de los cometas y su interacción con el viento solar.

El astrofísico Avi Loeb, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, ha señalado que las imágenes de alta resolución aún no se han publicado debido al cierre del Gobierno estadounidense, lo que ha alimentado especulaciones sobre su naturaleza. “No afirmo que sea artificial, pero debemos mantener la mente abierta hasta tener pruebas firmes”, declaró Loeb, recordando el caso del misterioso objeto interestelar ‘Oumuamua’ en 2017.

En un momento en el que el mundo enfrenta inestabilidad económica, tensiones geopolíticas y una sociedad en transformación, el cometa 3i/Atlas parece haberse convertido en el símbolo perfecto del desconcierto contemporáneo. Mientras los mercados tiemblan y la política estadounidense entra en terreno inexplorado, la humanidad mira hacia el cielo en busca de respuestas que, por ahora, siguen envueltas en incertidumbre.

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