Wall Street cierra la semana en rojo: el Nasdaq cede un 1,7% y el Dow cae un 0,51%
Las bolsas estadounidenses cerraron el viernes en rojo y despidieron la semana con tono defensivo. La caída de Broadcom y el repunte de la rentabilidad del bono a 10 años hasta el 4,19% reactivaron las dudas sobre la rentabilidad de la ola inversora en inteligencia artificial, mientras el mercado entra en fase de ajuste de carteras de fin de año.
Un cierre de semana con sesgo defensivo y la IA en el centro del debate
Las bolsas terminaron el viernes con una nota negativa y confirmaron un giro de tono al cierre semanal. El mercado, que venía de máximos y de un impulso relevante en 2025 apoyado en la narrativa de la inteligencia artificial, entró en un modo más prudente ante dos catalizadores claros: el golpe de Broadcom a la confianza en márgenes futuros y el repunte de los rendimientos del Tesoro estadounidense.
En el balance de la sesión, los principales índices estadounidenses acabaron en rojo. El Nasdaq fue el más penalizado con una caída del 1,7%, mientras el Dow Jones cedió un 0,51%. El movimiento fue coherente con la rotación sectorial: cuando el mercado cuestiona la monetización a corto plazo de la inversión en IA, el ajuste se concentra en tecnología y semiconductores, y se refugia en segmentos más defensivos.
Broadcom reaviva el miedo a los márgenes y presiona a semiconductores
El detonante inmediato fue Broadcom, que advirtió de márgenes futuros más reducidos. La reacción del mercado fue contundente: sus acciones se desplomaron alrededor de un 11%. Más allá del dato, el mensaje que interpretó el mercado es estratégico: el crecimiento de ingresos vinculado a IA puede mantenerse, pero el coste de escalar infraestructuras, competir por capacidad y absorber mix de negocio podría traducirse en rentabilidad menos lineal de lo que muchos modelos descontaban.
El episodio conecta con una preocupación recurrente de las últimas semanas: las elevadas valoraciones de compañías que han liderado el rally por el entusiasmo de la IA. La tesis de “crecimiento primero, márgenes después” funciona mientras el mercado acepta el relato; sin embargo, cuando una referencia de peso sugiere presión de márgenes, aparece el paralelo con ciclos anteriores de sobreinversión tecnológica. No implica necesariamente una ruptura del escenario base, pero sí introduce un freno: el mercado exige más pruebas de que el capex se convertirá en beneficios en los plazos que se habían interiorizado.
Tipos al alza: el bono a 10 años sube al 4,19% y endurece las condiciones financieras
El segundo vector fue la renta fija. La rentabilidad del Tesoro estadounidense a 10 años repuntó hasta el 4,19%, lo que normalmente actúa como viento en contra para los activos de mayor duración (especialmente tecnología), ya que eleva el tipo de descuento aplicado a los flujos futuros. Además, la subida de rendimientos se produjo en un contexto en el que varios responsables de la Reserva Federal se mostraron cautos con respecto a nuevos recortes, manteniendo el foco en una inflación todavía resistente.
El mercado venía de digerir un recorte de tipos de 25 puntos básicos que fue percibido como menos agresivo de lo temido. Sin embargo, el viernes quedó claro que el “después” del recorte importa tanto como el recorte mismo: si el mensaje implícito es que el banco central quiere ver más evidencia antes de seguir relajando, los inversores tienden a reducir riesgo en los segmentos más sensibles a tipos.
Rotación sectorial: tecnología cae y consumo básico resiste
En el S&P 500, tecnología fue el sector más bajista, con una caída cercana al 2,9%. En el extremo opuesto, bienes de primera necesidad se situó como el más resistente, reflejando una búsqueda táctica de estabilidad y visibilidad de beneficios. Este patrón es típico de jornadas en las que el mercado “apaga” temporalmente el apetito por crecimiento y prioriza balance, defensividad y menor volatilidad.
Materias primas y divisas: suben oro y dólar; cae el crudo; el bitcoin retrocede
El mapa de activos también confirmó el cambio de pulso. El oro y el dólar subieron, un binomio que suele asociarse a episodios de cautela y reposicionamiento. En cambio, el crudo bajó, lo que sugiere que el mercado, al menos en el corto plazo, no estaba comprando una narrativa de aceleración fuerte del crecimiento global. En criptomonedas, el bitcoin cayó alrededor de un 2,9%, coherente con la reducción de exposición a activos de mayor beta en sesiones de aversión al riesgo.
Qué significa para el cierre de año: más selectividad y menos tolerancia al “storytelling”
Con inversores cerrando libros y ajustando carteras de fin de año, el mercado parece entrar en una fase de mayor exigencia: se premiará la evidencia de beneficios y se penalizarán las dudas sobre márgenes, especialmente en compañías ligadas a grandes planes de inversión. El mensaje del viernes no es necesariamente un cambio de ciclo, pero sí una señal de que el rally de IA puede volverse más irregular: menos euforia y más escrutinio de resultados, guidance y capacidad real de convertir capex en rentabilidad.
