Apple invertirá 100.000 millones de dólares en EE.UU. tras acuerdo con Trump
Desde el Despacho Oval y con su estilo característico, Donald Trump ha anunciado un nuevo pacto con Apple que redefine la relación de la tecnológica con Estados Unidos. Bajo el nombre de "Plan J Ring", la compañía de Cupertino se compromete a fabricar más en territorio estadounidense y a aumentar su inversión en el país en 100.000 millones de dólares.
La expectación era máxima. Desde primeras horas del día, las especulaciones sobre un anuncio importante por parte de Donald Trump en la Casa Blanca circulaban con fuerza. Algunos analistas apuntaban a una posible declaración relacionada con Rusia, pero finalmente el protagonista no fue otro que Apple.
A las 10:30 hora española, el expresidente de Estados Unidos sorprendía desde el Despacho Oval con un mensaje contundente: Apple lanza un nuevo plan de fabricación nacional y aumentará su compromiso de inversión en el país en 100.000 millones de dólares. El anuncio, realizado directamente desde la Casa Blanca, representa un golpe de efecto con sello Trump y marca un nuevo capítulo en la estrategia industrial estadounidense.
El acuerdo, bautizado como “Plan J Ring”, plantea un relanzamiento del modelo productivo de Apple en suelo americano. Aunque todavía se desconocen los detalles concretos sobre plantas, ubicación o empleos generados, lo que está claro es que este movimiento supone un respaldo a la política económica nacionalista que Trump ha defendido desde su primer mandato.
No es la primera vez que el expresidente logra mover los hilos de una gran multinacional, pero el caso de Apple tiene un simbolismo especial: se trata de la compañía más valiosa del mundo, con fuerte dependencia de su cadena de producción asiática. Que ahora dé un paso hacia la reindustrialización estadounidense no solo refuerza el discurso político de Trump, sino que también abre un nuevo frente en la competencia geopolítica con China.
Desde Apple, por el momento, no han ofrecido declaraciones oficiales, aunque fuentes cercanas a la compañía señalan que la iniciativa busca responder tanto a las presiones del gobierno como a las nuevas exigencias del mercado global.
A la espera de que Trump comparezca de nuevo con más detalles, lo cierto es que el anuncio ya ha marcado la agenda del día en Washington, Wall Street y Silicon Valley.