Regulación global / Tecnología y competencia

China acusa a Nvidia de incumplir las condiciones en la compra de Mellanox

El regulador chino asegura que la compañía estadounidense no respetó los compromisos asumidos en la adquisición de Mellanox en 2020 y abre una investigación en profundidad que podría derivar en sanciones millonarias.

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China acusa a Nvidia de incumplir las condiciones en la compra de Mellanox

La Administración Estatal de Regulación del Mercado (SAMR) de China ha concluido que Nvidia violó la ley antimonopolio del país al incumplir las condiciones que le fueron impuestas en 2020, cuando recibió autorización para adquirir Mellanox Technologies por 6.900 millones de dólares. El organismo señala que la compañía no respetó de forma plena las obligaciones vinculadas al suministro justo y no discriminatorio de productos en el mercado chino y por ello abre ahora una investigación en profundidad para determinar el alcance del incumplimiento y las posibles sanciones.

Cuando China dio luz verde a la operación, lo hizo bajo estrictas condiciones para garantizar la competencia. Entre ellas figuraba la obligación de ofrecer los productos de Mellanox en términos razonables, de permitir a los distribuidores adquirir inventario suficiente y de evitar prácticas de empaquetado forzado o discriminación entre clientes. Según el regulador, Nvidia no cumplió adecuadamente con esos compromisos, lo que supone una vulneración de la legislación antimonopolio.

El anuncio ha tenido un efecto inmediato en los mercados. Las acciones de Nvidia cayeron más de un 2 % en las operaciones previas a la apertura de Wall Street, reflejo de la preocupación de los inversores por el impacto de una sanción en un mercado que resulta clave para la compañía. No en vano, China representa alrededor del 13 % de los ingresos globales de Nvidia y en su último ejercicio fiscal generó allí unos 17.000 millones de dólares.

La ley antimonopolio china contempla multas de entre el 1 % y el 10 % de los ingresos anuales de la empresa, lo que abre la puerta a sanciones de gran envergadura. Más allá del aspecto financiero, la investigación llega en un contexto de tensiones crecientes entre Pekín y Washington por el control de la industria de semiconductores. Estados Unidos ha impuesto restricciones a la exportación de chips avanzados a China, mientras que el país asiático refuerza su arsenal regulador sobre las multinacionales tecnológicas que operan en su territorio.

Este nuevo frente añade presión a Nvidia, que ya se mueve en un terreno complejo en el que la innovación tecnológica convive con un escrutinio regulatorio cada vez más severo. El caso Mellanox pone de relieve que las adquisiciones internacionales no solo deben superar la revisión de los mercados financieros, sino también satisfacer a unas autoridades de competencia que utilizan estas investigaciones como herramienta de control estratégico en plena batalla global por el liderazgo en inteligencia artificial y semiconductores.

La investigación de SAMR marca un punto de inflexión que podría redefinir la relación de Nvidia con China. Queda por ver si la compañía logra defenderse de las acusaciones, si acepta correcciones en su estrategia comercial o si se enfrenta finalmente a sanciones que limiten su margen de maniobra en uno de los mayores mercados tecnológicos del planeta. Lo que parece claro es que el caso trasciende lo jurídico y se convierte en un episodio más de la pugna geopolítica por el control del futuro digital.

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