Un terremoto de magnitud 7 sacude el noreste de Taiwán sin causar grandes daños

Un terremoto de magnitud 7,0 sacudió el sábado 27 de diciembre de 2025 la costa noreste de Taiwán, a unos 32 kilómetros al este de la ciudad de Yilan, sin que por el momento se hayan registrado daños de consideración ni víctimas, según informó la agencia meteorológica de la isla.
Taiwan
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El sismo, con una profundidad de unos 73 kilómetros, se sintió con fuerza en el norte del país y llegó a sacudir edificios en la capital, Taipéi, donde muchos residentes notaron el temblor pero no se han reportado incidentes graves. Las autoridades clasificaron el movimiento con una intensidad 4 en su escala local, un nivel que puede provocar daños menores, pero que en esta ocasión se ha traducido principalmente en cortes puntuales de electricidad y sustos entre la población.

Epicentro frente a Yilan y efectos inmediatos

El temblor se originó en el mar, a unos 32 kilómetros frente a la costa de Yilan, una ciudad situada en el noreste de la isla. La profundidad del sismo, en torno a los 73 kilómetros, habría contribuido a reducir su capacidad destructiva en superficie, pese a que las sacudidas se percibieron de forma clara en numerosas localidades del norte taiwanés.

La compañía eléctrica Taiwan Power informó de que más de 3.000 hogares en Yilan sufrieron cortes de luz temporales, que se fueron restableciendo a medida que los equipos técnicos verificaban la integridad de la red. No se han registrado interrupciones significativas en otros servicios básicos ni en las principales infraestructuras de transporte.

Taipéi, sacudida pero sin daños graves

En Taipéi, los residentes notaron cómo los edificios vibraban durante varios segundos, obligando a muchos a buscar refugio o a abandonar temporalmente sus viviendas y oficinas. Sin embargo, el gobierno municipal informó de que no se han registrado daños importantes en la ciudad, más allá de pequeñas incidencias como la caída de objetos en interiores o leves fisuras no estructurales.

Los sistemas de transporte urbano, incluidos metro y trenes de cercanías, llevaron a cabo breves paradas de precaución para revisar las instalaciones, reanudando el servicio una vez completadas las inspecciones de seguridad.

Un territorio acostumbrado a los sismos

Taiwán se encuentra en la intersección de dos placas tectónicas, lo que la convierte en una de las regiones sísmicamente más activas del mundo. Los terremotos son relativamente frecuentes y han llevado a la isla a desarrollar normativas estrictas de construcción y sistemas avanzados de alerta temprana, que han demostrado su eficacia en episodios anteriores.

Aun así, la memoria colectiva conserva el impacto de grandes terremotos. Más de 100 personas murieron en 2016 tras un seísmo en el sur del país, mientras que el devastador sismo de magnitud 7,3 ocurrido en 1999 causó más de 2.000 víctimas mortales y marcó un antes y un después en las políticas de prevención y reforzamiento estructural.

Prevención y calma vigilante

Tras el terremoto de este sábado, las autoridades taiwanesas han pedido a la población mantener la calma, seguir las indicaciones de protección civil y estar atenta a posibles réplicas, habituales tras un movimiento de esta magnitud. Por el momento, no se ha informado de daños en centrales eléctricas, puertos o aeropuertos, ni se ha emitido alerta de tsunami.

El episodio se suma a la larga lista de sismos que sacuden la isla cada año, pero, a diferencia de los grandes terremotos del pasado, el balance inicial es tranquilizador: un fuerte susto, algunos cortes de luz y revisiones de rutina, pero sin víctimas ni destrucción masiva. Para un territorio tan expuesto como Taiwán, el dato no es menor y refuerza la importancia de la planificación sísmica y de unas infraestructuras adaptadas a vivir bajo el constante recordatorio del movimiento de la Tierra.

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