Clima de alerta en el flanco oriental de la OTAN

Alemania, Francia y Polonia exigen a Rusia el cese de intrusiones aéreas

Los ministros de Exteriores de Alemania, Francia y Polonia urgieron este lunes a Rusia a detener las violaciones al espacio aéreo de países miembros de la OTAN, en un momento de creciente tensión regional. Ante la presencia del diplomático ucraniano Andrii Sybiha en el Foro de Seguridad de Varsovia, alinearon sus posiciones y renovaron el llamado a reforzar la cooperación defensiva europea.

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Alemania, Francia y Polonia exigen a Rusia el cese de intrusiones aéreas - EPA/RADEK PIETRUSZKA

En el Foro de Seguridad de Varsovia, la diplomacia europea ofreció un frente común contra las provocaciones de Moscú en el cielo de los países de la Alianza. Johann Wadephul, Jean-Noël Barrot y Radoslaw Sikorski —cancilleres alemán, francés y polaco, respectivamente— reclamaron públicamente que Rusia respete el espacio aéreo soberano de los estados miembros y cesen las intrusiones que ponen en jaque la estabilidad regional.

Wadephul fue particularmente enfático: “ningún Estado miembro quedará solo frente a esta amenaza”, dijo, al abogar por una estrategia de defensa europea más integrada. Su intervención coincidió con un mensaje de Ucrania —representada en el acto por su principal diplomático— que instó a que Polonia y otros aliados sumen esfuerzos para erigir un escudo conjunto frente a los riesgos aéreos.

Este llamado europeo responde a una serie de incidentes recientes en los que drones rusos presumiblemente ingresaron al espacio aéreo polaco, desafiando la capacidad de reacción de la OTAN. El episodio más grave, en la noche del 9 al 10 de septiembre de 2025, implicó la entrada no autorizada de entre 19 y 23 drones al territorio polaco, algunos de los cuales fueron derribados por fuerzas aliadas, lo que dio lugar a la activación del artículo 4 del Tratado Atlántico por parte de Varsovia.

En respuesta a estos movimientos, la OTAN impulsó la Operación “Eastern Sentry”, una iniciativa militar colectiva para reforzar la defensa aérea del flanco oriental mediante despliegues de aviones de combate, sistemas terrestres y vigilancia conjunta. La operación busca disuadir nuevas incursiones y enviar una señal clara de unidad aliada.

La estrategia de Rusia, en este contexto, parece jugar con fronteras borrosas: incursiones deliberadas o errores tácticos, sanciones gráficas que desafían la capacidad de reacción aliada. Analistas advierten que estas acciones forman parte de un patrón de “señal coercitiva”, mediante el cual Moscú busca medir la firmeza del compromiso colectivo occidental.

La dimensión diplomática de la respuesta europea no puede ser subestimada. Alemania anunció que reforzará su compromiso con la defensa del este europeo, expandiendo su participación en misiones de vigilancia aérea sobre Polonia y agilizando sanciones contra Rusia.

Para los aliados de la OTAN y la Unión Europea, el reto inmediato reside en coordinar capacidades militares, inteligencia y disuasión política. Los ministros coincidieron en que la presión compartida debe complementarse con un bloque operativo viable que garantice la integridad territorial de cada estado miembro.

En los próximos meses será clave observar cómo Moscú decide responder al endurecimiento europeo —si intensifica sus acciones o retrocede ante la unidad aliada— y si la OTAN logra consolidar un mecanismo de defensa aérea ágil capaz de disuadir futuras transgresiones sin escaladas irreversibles.

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