La Cámara de EE.UU. aprueba un paquete de defensa de 900.000 millones
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este miércoles, con un amplio apoyo bipartidista, un paquete de política de defensa valorado en 900.000 millones de dólares, conocido como National Defense Authorization Act. La norma, que ahora pasa al Senado, fija los niveles de gasto del Pentágono, refuerza el apoyo militar a Ucrania y Taiwán, ordena la puesta en marcha de un programa conjunto de drones con Taipéi y limita cualquier reducción de tropas estadounidenses en Europa, en un contexto marcado por la guerra en Ucrania, las tensiones en el Indo-Pacífico y la rivalidad estratégica con Rusia y China.
Amplia mayoría en la Cámara para un paquete de 900.000 millones
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este miércoles un paquete de política de defensa valorado en 900.000 millones de dólares, en una votación que volvió a poner de relieve el peso del consenso en materia de seguridad nacional. La medida, conocida como National Defense Authorization Act (NDAA), salió adelante con 312 votos a favor y 112 en contra, y pasa ahora al Senado antes de ser remitida al presidente Donald Trump para su firma.
La NDAA no solo fija los niveles de gasto del Departamento de Defensa, sino que también marca prioridades estratégicas y geopolíticas de Estados Unidos para los próximos años, en un momento en que el país afronta desafíos simultáneos en Europa del Este, Oriente Medio y el Indo-Pacífico.
Ayuda a Ucrania: 400 millones anuales en 2026 y 2027
Uno de los capítulos más relevantes del paquete es el destinado a Ucrania. La Cámara aprobó la asignación de 400 millones de dólares en apoyo a Kiev tanto en 2026 como en 2027. Estos fondos están orientados a reforzar la capacidad defensiva ucraniana frente a la agresión rusa, incluyendo material, entrenamiento y cooperación militar.
Aunque la cifra es inferior a grandes paquetes de ayuda extraordinaria aprobados en años anteriores, la inclusión de montos específicos para dos ejercicios consecutivos envía la señal de que Washington mantiene su compromiso de largo plazo con la defensa de Ucrania, aun cuando el foco político interno oscile.
Refuerzo estratégico de Taiwán y programa conjunto de drones
El texto dedica un apartado central a Taiwán, considerado uno de los puntos más sensibles en la rivalidad estratégica con China. La NDAA fija en 1.000 millones de dólares la financiación para programas de cooperación en materia de seguridad con la isla, una cifra que se suma a otras iniciativas bilaterales ya en marcha.
Además, la ley ordena al Pentágono poner en marcha un programa conjunto de drones con Taiwán, lo que abre la puerta a una mayor integración tecnológica y operativa entre las fuerzas armadas estadounidenses y taiwanesas. Este tipo de capacidades —desde vigilancia avanzada hasta sistemas no tripulados de defensa— son clave en un escenario de potencial conflicto en el Estrecho de Taiwán.
Sin recortes de tropas en Europa por debajo de 76.000 efectivos
La NDAA incluye también una cláusula explícita para blindar la presencia militar de Estados Unidos en Europa. El texto bloquea cualquier reducción de las fuerzas estadounidenses en el continente por debajo de 76.000 efectivos durante más de 45 días, salvo autorización expresa del Congreso u otras circunstancias excepcionales.
Esta disposición refleja la prioridad que sigue otorgando Washington a su compromiso con la OTAN y la defensa colectiva, especialmente desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia. Mantener un umbral mínimo de tropas pretende asegurar que Estados Unidos conserve una capacidad creíble de disuasión y respuesta rápida frente a posibles amenazas en el flanco oriental.
Cambio de enfoque sobre Siria: fin de sanciones vinculadas a Assad
Otro elemento significativo del paquete es la decisión de derogar determinadas sanciones ligadas al gobierno de Bashar al Assad en Siria. La NDAA contempla la eliminación de sanciones concretas que habían sido aprobadas en el pasado con el objetivo de presionar al régimen sirio, sin que se hayan detallado aún todas las implicaciones prácticas del cambio.
Este ajuste podría interpretarse como un intento de recalibrar la política estadounidense en Oriente Medio, en un contexto en el que la atención estratégica se ha desplazado hacia Europa y el Indo-Pacífico. No obstante, el levantamiento parcial de sanciones suele generar debate entre quienes temen que pueda percibirse como una concesión a Damasco.
Próximos pasos: el Senado y la firma presidencial
Tras su aprobación en la Cámara, el paquete de defensa de 900.000 millones se dirige ahora al Senado de Estados Unidos, donde previsiblemente sufrirá debate, pero se espera que mantenga su núcleo central de medidas. Una vez superado este trámite, la legislación se enviará al presidente Donald Trump para su firma.
La aprobación de la NDAA vuelve a evidenciar que, pese a la polarización política en otros ámbitos, existe un consenso amplio en torno al aumento de las capacidades militares de Estados Unidos, el refuerzo de sus aliados clave —Ucrania y Taiwán— y la preservación de su presencia estratégica en Europa frente a Rusia y en Asia frente a China. El debate, a partir de ahora, girará en torno a cómo financiar sosteniblemente este esfuerzo y qué impacto tendrá sobre la estabilidad geopolítica en los próximos años.
