Polonia autoriza despliegue de tropas de la OTAN bajo la operación “Eastern Sentry” tras incidentes con drones rusos
Polonia ha decidido dar un paso firme en su estrategia de seguridad y defensa. Tras los incidentes registrados la semana pasada, en los que al menos una veintena de drones rusos violaron el espacio aéreo del país, el presidente Karol Nawrocki ha firmado una resolución que autoriza el despliegue de fuerzas aliadas en su territorio. Aunque el documento mantiene carácter clasificado en algunos de sus detalles, la decisión se ha hecho pública a través de la Oficina de Seguridad Nacional de Polonia y se inscribe dentro de la operación “Eastern Sentry”, el plan con el que la OTAN busca reforzar su presencia en la región.
La llegada de tropas extranjeras pretende enviar un mensaje claro a Moscú: cualquier intento de amenaza o provocación en el este de Europa tendrá una respuesta coordinada. Países como Dinamarca, Francia, Alemania y Reino Unido ya han comprometido recursos y efectivos para apoyar esta operación, que pone el foco en mejorar la defensa aérea, la vigilancia y la capacidad de reacción ante nuevos ataques con drones.
El despliegue no solo tiene un componente militar, sino también político. Polonia, que ya había activado consultas bajo el Artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, subraya así que no está sola frente a la presión rusa y que cuenta con el respaldo de sus socios. La decisión coincide además con el despliegue de más unidades aliadas en el flanco oriental, un movimiento que Vladimir Putin observa con recelo y que considera una amenaza directa a la seguridad de Rusia.
La operación “Eastern Sentry” se lanzó el pasado 12 de septiembre como respuesta inmediata a la escalada de tensión, y su implementación supone una intensificación de la cooperación entre los miembros de la OTAN. La prioridad es reforzar la frontera oriental, disuadir futuras incursiones y, al mismo tiempo, garantizar a los ciudadanos polacos que su seguridad está protegida.
Más allá de la urgencia militar, la medida refleja la nueva dinámica de seguridad en Europa. El cruce de drones rusos en espacio aéreo de países de la Alianza no es un hecho aislado, y Polonia se convierte en el escenario donde se pone a prueba la solidez del compromiso occidental. El refuerzo militar busca precisamente evitar que estas acciones se repitan y transmitir que la defensa colectiva sigue siendo una línea roja infranqueable.
Con este movimiento, Polonia y la OTAN elevan la presión diplomática y militar en un momento de gran volatilidad internacional, donde el equilibrio entre la contención y la disuasión marcará el rumbo de la seguridad europea en los próximos meses.
