Trump y su 'órdago' militar en Venezuela: ¿Amenaza real o juego de faroles?
Enrique Calvet Chambon analiza el 'órdago' militar de Donald Trump hacia Venezuela y el respaldo diplomático de España a Ucrania. Un análisis profundo sobre las estrategias políticas en América Latina y sus repercusiones internacionales.
Quizá el mundo esté ante un movimiento táctico que podría cambiar el tablero en América Latina. Enrique Calvet Chambon, exeurodiputado y experto en geopolítica, pone sobre la mesa una lectura distinta, afilada y firme, sobre la reciente postura de Donald Trump en relación con Venezuela. Mientras España alza su apoyo a Ucrania en un gesto que, aunque sólido, Calvet ve algo fragmentado por la falta de un frente europeo conjunto, el foco se desplaza hacia el Caribe y sus intrincadas dinámicas.
España, Ucrania y una Unión Europea dispersa
España decidió respaldar con claridad a Ucrania en el conflicto que enfrenta a este país con Rusia. Es un apoyo diplomático que Calvet considera 'indefectible', algo así como un compromiso que no admite fisuras. Sin embargo, aduce una crítica sutil: la Unión Europea debería unificar esfuerzos para no caer en rivalidades internas que sólo debilitan la posición común.
Las diferencias de fondo, esos matices que a menudo resultan invisibles, hacen que el apoyo parezca fragmentado, y eso no ayuda a la causa ucraniana ni a la estabilidad europea a largo plazo.
Trump y el 'órdago' militar: ¿bluff o realidad?
El núcleo de este análisis está en el llamado 'órdago' militar de Donald Trump hacia Venezuela, una jugada que Calvet descifra con ojo clínico. El país caribeño, una narcodictadura según sus términos, alberga unas riquezas petrolíferas extraordinarias, un reclamo económico que no se puede pasar por alto en la política de Estados Unidos.
Por eso, la amenaza de Trump no es simplemente retórica vacía, sino una advertencia dirigida con doble filo: sirve para presionar y reconfigurar las relaciones con regímenes considerados narcodictaduras, pero también funciona como un aviso serio sobre la intensificación de la lucha contra el narcotráfico y el tráfico de fentanilo.
En definitiva, este 'órdago' apunta a que lo que hasta ahora era una cuestión policial interna se transforme en una persecución activa, con implicaciones mucho más amplias y contundentes.
El papel de Cuba y México en esta ecuación
Algo curioso en todo este entramado es la posición que Calvet atribuye a Cuba, a quien considera una 'chinita en el zapato' frente a Venezuela. La singularidad de Cuba, aunque presente, queda en segundo plano ante el complicado engranaje geopolítico que gira predominantemente en torno a Caracas y Washington.
En cuanto a México y otros actores regionales, la tensión radica en cómo estos países se adaptan o resisten frente al incrementado protagonismo estadounidense, que busca no sólo el control político sino también disentir en materia de narcotráfico y economía ilícita.