Kiev mueve ficha ante el plan de paz de Trump para Europa del Este

Ucrania envía a Washington su versión revisada del plan de paz y reabre el debate sobre concesiones territoriales

Ucrania ha remitido a la Casa Blanca una versión revisada del plan de 20 puntos propuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para poner fin a la guerra en Europa del Este. Según fuentes de Kiev citadas por ABC News, el documento no reescribe el plan desde cero, pero introduce matices clave sobre posibles concesiones territoriales y el control de la central nuclear de Zaporiyia, mientras continúan las negociaciones sobre garantías de seguridad.

EPA/RONALD WITTEK
EPA/RONALD WITTEK

Kiev responde al plan de paz de Trump con un documento “retocado”

Ucrania ha entregado a Estados Unidos una versión revisada del plan de 20 puntos presentado por el presidente Donald Trump para poner fin a la guerra en Europa del Este, según informó la cadena ABC News. Un alto cargo ucraniano, familiarizado con el proceso, explicó que Kiev no ha elaborado un proyecto completamente nuevo, sino que ha “reinterpretado ligeramente” algunos de los puntos propuestos inicialmente por Washington.

La revisión ucraniana introduce “nuevas ideas” en aspectos particularmente sensibles del documento, especialmente en lo relativo a concesiones territoriales y al futuro control de la central nuclear de Zaporiyia (ZNPP), uno de los enclaves estratégicos más delicados del conflicto.

Territorio y Zaporiyia, en el núcleo de las diferencias

Según la fuente citada, las modificaciones no alteran la estructura básica del plan, pero sí matizan el modo en que se abordan las líneas de frente, el reconocimiento del control efectivo sobre determinados territorios y las condiciones bajo las cuales podría avanzarse hacia un alto el fuego estable.

En particular, el capítulo relativo a la central nuclear de Zaporiyia habría recibido especial atención. Kiev plantea fórmulas alternativas sobre quién debería ejercer el control operativo y de seguridad de la planta, considerada crítica para la estabilidad energética y la seguridad radiológica de la región. Entre las ideas que se manejan, según estas fuentes, figuran esquemas de supervisión internacional reforzada, así como mecanismos que limiten el uso de la central como herramienta de presión militar o política.

Negociaciones en curso y foco en las garantías de seguridad

Lejos de tratarse de un documento cerrado, el intercambio de borradores forma parte de una negociación en curso entre Kiev y Washington. El responsable ucraniano citado por ABC News señaló que está prevista para hoy una nueva conversación sobre garantías de seguridad, uno de los capítulos que Ucrania considera irrenunciables en cualquier arreglo de paz.

Para Kiev, cualquier concesión en el terreno militar o territorial debe ir acompañada de compromisos sólidos por parte de Estados Unidos y otros aliados en ámbitos como la defensa aérea, el suministro de armamento, la reconstrucción económica y la integración euroatlántica. El equilibrio entre esos elementos será, previsiblemente, uno de los puntos más complejos de la negociación.

Trump presiona para un acuerdo “en un periodo relativamente corto”

El propio Trump ha sugerido en varias ocasiones que el conflicto podría resolverse en un “periodo bastante corto” si su propuesta se aplica, lo que añade presión política tanto a Kiev como a Moscú. Previamente, se había filtrado que el mandatario estadounidense dio al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, un plazo de días para responder al plan.

Esta estrategia de plazos acotados busca imprimir un sentido de urgencia al proceso, pero también ha generado recelo entre algunos sectores ucranianos y europeos, que temen que una solución demasiado rápida pueda implicar cesiones precipitadas en materia territorial o política.

Dilemas internos para Ucrania y lectura internacional

La revisión del plan coloca al Gobierno ucraniano ante un complejo equilibrio entre la opinión pública interna, muy sensible a cualquier posible renuncia territorial, y la necesidad de mantener el apoyo de sus aliados, especialmente de Estados Unidos.

En el plano internacional, la entrega del documento revisado se interpreta como una señal de que Kiev sigue comprometida con una vía negociada, pero sin aceptar de forma acrítica todos los elementos de la propuesta original. Socios europeos y organismos internacionales observarán con atención cómo evolucionan los capítulos más delicados, como el estatuto de los territorios ocupados, el papel de Rusia en la posguerra y el diseño de un marco de seguridad duradero para la región.

Un proceso abierto con incógnitas clave

Por ahora, ni Washington ni Kiev han hecho público el contenido completo del plan revisado, lo que deja abiertas varias preguntas: ¿hasta dónde está dispuesta Ucrania a flexibilizar su posición en materia territorial?, ¿aceptará Trump introducir cambios de calado en su propuesta inicial?, ¿y qué margen real de maniobra existe para lograr que Moscú se sienta vinculado por un eventual acuerdo?

Mientras estas incógnitas se mantienen, el envío del documento revisado a Estados Unidos supone un nuevo paso formal en el intento de construir un marco de paz para Europa del Este, pero todavía muy lejos de una solución definitiva.

Comentarios