Ueda asegura que la economía japonesa ha superado el impacto de los aranceles de Trump
El gobernador del Banco de Japón (BoJ), Kazuo Ueda, afirmó que la economía japonesa ha logrado resistir el impacto de los aranceles aplicados por la Administración de Donald Trump a las importaciones. En una entrevista con el Financial Times, Ueda explicó que, «hasta ahora, las empresas estadounidenses han asumido la carga de los aranceles sin trasladarlos completamente a los precios al consumidor», lo que ha limitado los efectos inflacionistas directos sobre Japón. Al mismo tiempo, subrayó que la inflación subyacente continúa avanzando hacia el objetivo del 2% fijado por el banco central, lo que respalda su plan de seguir normalizando la política monetaria si los datos se mantienen en línea con las previsiones.
Las declaraciones llegan en un momento en el que los mercados siguen de cerca cualquier señal procedente de Tokio, después de años de tipos de interés ultra bajos y compras masivas de activos. El BoJ tiene previsto anunciar su decisión final de política monetaria del año el 19 de diciembre, una cita que podría marcar un nuevo paso en el proceso de salida del experimento monetario más prolongado de las economías desarrolladas.
Aranceles y resiliencia económica
Ueda enmarcó su mensaje en el debate sobre el impacto de los aranceles estadounidenses sobre el comercio internacional y, en particular, sobre Asia. Según el gobernador, la economía de Japón ha mostrado resiliencia ante las restricciones comerciales impulsadas durante el mandato de Donald Trump, en buena medida porque una parte significativa del coste ha sido absorbida por las propias empresas estadounidenses.
Esa dinámica habría evitado un deterioro más acusado de las exportaciones niponas y limitado el contagio a la actividad doméstica. Pese a ello, Ueda dejó implícito que el entorno comercial sigue siendo un factor de riesgo estructural para una economía tan abierta como la japonesa, especialmente en sectores como el automóvil, la electrónica o la maquinaria industrial, muy expuestos al mercado estadounidense.
Inflación camino del 2%
El gobernador del Banco de Japón destacó que la inflación subyacente —excluyendo componentes más volátiles— continúa acercándose al objetivo del 2%, un umbral que durante años resultó inalcanzable para la economía japonesa. El avance de los precios se apoya tanto en la evolución de los salarios como en el encarecimiento gradual de bienes y servicios, en un contexto de salida de décadas de presiones deflacionistas.
Ueda insistió en que el banco central seguirá vigilando la sostenibilidad de esta tendencia inflacionista. El BoJ no solo busca alcanzar el 2%, sino asegurarse de que el ritmo de subida de precios se mantiene de forma estable y acompañada por un incremento de los ingresos de los hogares, condición necesaria para hablar de una normalización duradera.
Señales sobre futuras subidas de tipos
Las palabras del gobernador se suman a sus anteriores mensajes en los que ha indicado que el Banco de Japón planea seguir subiendo su tasa de interés si la economía y los precios evolucionan conforme a las expectativas actuales. Se trata de un giro relevante después de años de tipos negativos y control estricto de la curva de rendimientos, herramientas que han definido la política monetaria japonesa desde principios de la década pasada.
Para los mercados financieros, cualquier indicio sobre el ritmo y la intensidad de estas futuras subidas es clave. Una normalización demasiado rápida podría poner presión sobre el yen y sobre la financiación del elevado nivel de deuda pública de Japón, mientras que una salida excesivamente lenta mantendría el país desalineado respecto a otros grandes bancos centrales que ya han iniciado el proceso de relajación o ajuste de sus políticas.
La cita del 19 de diciembre
La próxima gran fecha en la agenda del Banco de Japón es el 19 de diciembre, cuando la entidad anunciará su última decisión de política monetaria del año. En esa reunión, el consejo del BoJ deberá valorar si las recientes lecturas de inflación, la evolución del mercado laboral y el comportamiento del consumo permiten dar otro paso en la normalización o aconsejan mantener una postura más prudente.
Los inversores estarán atentos no solo al movimiento de tipos, sino también al lenguaje del comunicado y a las proyecciones actualizadas de crecimiento e inflación. Cualquier matiz en el tono —más restrictivo o más acomodaticio— puede tener impacto inmediato en el mercado de deuda japonés, en el tipo de cambio del yen y en los flujos de capital internacionales.
Implicaciones para Japón y el resto del mundo
El mensaje de Ueda de que Japón ha superado el impacto de los aranceles de Trump refuerza la idea de que la economía del país se encuentra en una fase de mayor robustez que en el pasado reciente. Sin embargo, el proceso de normalización monetaria se desarrollará en un contexto global aún marcado por tensiones comerciales, cambios geopolíticos y la evolución de la política económica estadounidense.
Para los socios comerciales de Japón y para los mercados internacionales, las decisiones que adopte el Banco de Japón en los próximos meses serán determinantes para calibrar el comportamiento de los flujos financieros y el valor del yen. La cita del 19 de diciembre se perfila así como un momento clave para comprobar hasta qué punto el banco central considera consolidado el tránsito hacia una economía menos dependiente de estímulos extraordinarios y más apoyada en una inflación saludable y estable.