Claves del día: El nuevo desafío de Irán, los "rebeldes" acorralan a Trump, y miedo a Rusia y China

Claves del día: El nuevo desafío de Irán, los "rebeldes" acorralan a Trump, y miedo a Rusia y China

Irán ha formalizado la suspensión total de su cooperación con la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), cerrando el acceso de los inspectores a sus instalaciones nucleares y dejando a la comunidad internacional en la oscuridad total sobre su programa atómico. La decisión llega tras el reciente ataque aéreo de Estados Unidos a la planta subterránea de Fordow, que según el Pentágono, ha degradado la infraestructura nuclear iraní, retrasando su capacidad operativa entre uno y dos años.

Sin embargo, el régimen iraní ha respondido no solo con desafío político, sino también con hechos: imágenes satelitales muestran maquinaria pesada operando ya en la zona del ataque, lo que apunta a un intento de reconstrucción acelerada. La escalada, que se produce a las puertas del festivo del 4 de julio en EE.UU., eleva la tensión geopolítica justo cuando Occidente pierde visibilidad sobre uno de los focos más sensibles del orden mundial.

Estados Unidos atraviesa una noche de alta tensión política mientras el ambicioso proyecto fiscal de Donald Trump, el One Big Beautiful Bill Act, pende de un hilo en la Cámara de Representantes. Un grupo de republicanos rebeldes está bloqueando su aprobación, desafiando abiertamente al presidente. Trump ha arremetido con dureza contra los miembros de su propio partido que se resisten a respaldar la medida.

El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el honorable Johnson, ha informado este jueves que el Congreso está cerca de asegurar los votos necesarios para aprobar una importante iniciativa legislativa. Johnson expresa que están “a punto de conseguir esos votos ahora mismo” y anticipó que la votación final podría realizarse “antes de la mañana”. Estas declaraciones indican un avance crucial en el proceso legislativo y generan expectativas de una pronta resolución en la Cámara baja.

China y Rusia han dado un salto significativo en su colaboración militar, fortaleciendo una alianza estratégica diseñada para contrarrestar la influencia de la OTAN y redefinir el equilibrio global. Actualmente, 600 soldados chinos están siendo entrenados en Rusia, donde aprenden tácticas específicas para neutralizar el armamento y capacidades de la OTAN, aprovechando la experiencia rusa en el conflicto de Ucrania, especialmente en vehículos pesados, artillería y defensa aérea. Además, se confirma un intercambio constante de tecnología, incluyendo componentes de drones y misiles balísticos de doble uso, que Rusia está integrando gracias al apoyo chino.

Esta colaboración tiene un objetivo claro para Pekín, preparar a sus fuerzas para una posible contingencia en Taiwán, utilizando las lecciones de combate y tácticas obtenidas de Rusia para enfrentar escenarios futuros. La OTAN observa con creciente preocupación cómo esta alianza podría alimentar nuevos conflictos proxy, complicando la seguridad global.