"Una desescalada en Ucrania daría más control a Rusia que a Occidente." Andrew Smith

"Una desescalada en Ucrania daría más control a Rusia que a Occidente." Andrew Smith

Andrew Smith, analista del Centro para el Bien Común de la Universidad Francisco de Vitoria, aborda con profundidad la situación geopolítica actual, centrándose en el conflicto entre Ucrania y Rusia, las sanciones europeas, y la dinámica internacional que estas generan.

Smith inicia señalando la naturaleza limitada y repetitiva de las sanciones impuestas por la Unión Europea a Rusia, afirmando que “es más de lo mismo” y que estas rondas, como la número 18, “incluyen sanciones a tuberías vacías y listas ampliadas de sancionados” que, en realidad, no afectan decisivamente a la economía rusa, la cual se ha transformado en una “economía de guerra” con problemas como la inflación alta, pero con un crecimiento en la industria bélica. Subraya que “los europeos hacen lo que saben” ante la falta de consenso político y voluntad para un compromiso mayor con Ucrania, lo que limita su capacidad para “hacer cosas que realmente les sean útiles a los ucranianos”.

Respecto a la cohesión dentro de la Unión Europea, Smith destaca las tensiones internas y la dificultad para lograr consensos sólidos, debido a intereses contrapuestos como el veto de líderes como Fico y Orbán, quienes condicionan las sanciones a ayudas económicas para sus países. En este contexto, analiza la postura de Rusia, que “pone más difícil su incorporación o suministro de materiales”, y la estrategia de esperar que “el otro mueva ficha para librarse de tomar decisiones complicadas”, evidenciando la fragilidad y falta de compromiso europeo para un apoyo firme a Ucrania.

Sobre la implicación de Estados Unidos, el analista menciona la presión política interna que enfrenta Donald Trump, especialmente por el caso Epstein, lo que podría afectar su capacidad para mantener el foco en el conflicto ucraniano. También comenta la reciente noticia sobre la posible imposición de un arancel del 15-20% a productos de la Unión Europea, que ha generado volatilidad en los mercados financieros estadounidenses, evidenciando la interdependencia económica y tensiones transatlánticas.