El selectivo se mueve con cautela tras superar máximos históricos mientras el mercado descuenta un recorte de 25 puntos básicos

El IBEX 35 se congela en máximos históricos ante el riesgo de una “decisión bomba” de la Fed

El IBEX 35 abrió el lunes con un ligero retroceso tras la potente racha alcista que la semana pasada lo llevó por encima de los 16.700 puntos, máximos históricos absolutos. Los inversores operan con optimismo moderado a la espera de la decisión de tipos de la Reserva Federal este miércoles, con una probabilidad del 86% de que llegue un recorte de 25 puntos básicos, según LSEG IRPR. Pero la semana no estará exenta de tensión: se esperan posibles disensos dentro del FOMC, reuniones clave de otros bancos centrales y resultados empresariales de peso.

El IBEX 35 se frena tras marcar récords y aguarda el recorte de tipos de la Fed
El IBEX 35 se congela en máximos históricos ante el riesgo de una “decisión bomba” de la Fed

El parón del IBEX 35 este lunes no es un simple respiro técnico. Es la expresión de un mercado que camina sobre hielo fino. Después de superar la semana pasada máximos históricos y romper la barrera psicológica de los 16.700 puntos, el índice español opta por la cautela mientras se aproxima una de las citas más delicadas del ciclo monetario: la decisión de tipos de la Reserva Federal de Estados Unidos.

La moderación del selectivo, que retrocedía un 0,16% en la apertura hasta los 16.662 puntos, coincide con un clima internacional de optimismo frágil. Tanto la renta variable como la deuda descuentan con una probabilidad cercana al 86% un recorte de 25 puntos básicos este miércoles, según datos de LSEG. Pero la dependencia de este movimiento es tan elevada que cualquier desviación podría provocar un vuelco inmediato en las bolsas globales.

Detrás del aparente consenso late una tensión real. Según fuentes de mercado, la reunión podría convertirse en una de las más divididas desde 2019. Al menos dos miembros con voto podrían disentir y hasta nueve de los diecinueve integrantes del comité estarían dispuestos a reflejar en el dot plot su rechazo a un recorte en diciembre. Un nivel de fractura que no se veía en años y que, de confirmarse, enviaría una señal inequívoca: la Fed no está tan alineada con las expectativas del mercado como parece.

Para Juan Moreno Martínez de Lecea, analista de Bankinter, el foco debe ponerse en el horizonte más allá de 2025. “El diagrama de puntos probablemente reflejará más bajadas para 2026; podría haber dos o incluso tres recortes adicionales”, explica. Lo relevante no es solo el movimiento inmediato, sino el pulso a medio plazo en un contexto donde el legado del actual presidente, Jerome Powell, comienza a pesar menos ante su salida prevista en mayo de 2026.

Mientras la atención global se concentra en Washington, varios bancos centrales operan esta semana bajo el radar: Canadá, Suiza y Australia. Aunque el consenso prevé que mantengan sus tipos estables, la posición del Banco Nacional Suizo destaca por el estrecho margen de maniobra que le queda para frenar la fortaleza del franco, con los tipos ya en el 0% y poca disposición a retomar tasas negativas.

En Europa, las dudas se reactivan tras las declaraciones de Isabel Schnabel, del Consejo de Gobierno del BCE, quien sugirió que la próxima decisión podría ser una subida y no un recorte. No será inmediata, pero sí reabre el debate sobre si el organismo está preparado para un endurecimiento adicional mientras la inflación persiste en niveles resistentes.

El impacto en el sector bancario español se hizo notar desde primera hora. Santander caía un 1,08%, BBVA un 0,34% y Bankinter un 0,15%. Caixabank apenas avanzaba un 0,06% y Sabadell retrocedía un 0,12%. La fotografía es clara: los bancos se mueven con extrema sensibilidad ante cualquier mínima modificación en las expectativas de tipos, y esta semana cada declaración puede inclinar la balanza.

Entre los grandes valores no financieros, la jornada también dejó un tono mixto. Telefónica retrocedía un 0,54%, Inditex cedía un 0,18% y Cellnex caía un 0,39%. En contraste, Iberdrola sumaba un 0,17% y Repsol lideraba las subidas con un 0,68%, apoyada por la recuperación del crudo.

El mercado español, reforzado por semanas de ascensos, entra así en modo vigilancia total. El freno del IBEX no es señal de debilidad, sino de tensión acumulada ante un acontecimiento que puede reescribir las expectativas de cara a 2026. Los inversores ya no buscan solo un recorte; buscan certezas en un entorno donde la política monetaria vuelve a dividir a sus propios arquitectos.

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