Alemania entre optimismo y alerta: mejora el sentimiento económico pero la inflación sube al 2,4%
El sentimiento económico en Alemania registró una ligera mejora en octubre, según el ZEW, pasando de 37,3 a 39,3, superando expectativas. Sin embargo, la situación actual sigue siendo negativa y, al mismo tiempo, la inflación anual aumentó del 2,2% al 2,4% en septiembre, según Destatis, mostrando tensiones en los precios que podrían afectar el consumo y la política monetaria del país.
El Centro de Investigación Económica Europea (ZEW) informó que el índice de sentimiento económico alemán creció a 39,3 en octubre, desde 37,3 en septiembre, reflejando que los expertos esperan una recuperación a medio plazo, pese a la incertidumbre global y la falta de claridad sobre la implementación del programa de inversión estatal. El presidente del ZEW, Achim Wambach, subrayó que la mejora es modesta pero apunta a una percepción más optimista sobre el futuro cercano de la economía.
No obstante, el índice de situación actual cayó 3,6 puntos, hasta situarse en -80, evidenciando que las empresas y analistas siguen enfrentando desafíos inmediatos en la economía alemana. En paralelo, el indicador de sentimiento económico de la Eurozona disminuyó 3,4 puntos respecto a septiembre, situándose en 22,7, y el índice de situación económica cayó a -31,8, mostrando un escenario europeo moderadamente desfavorable.
Por su parte, la inflación anual en Alemania aumentó del 2,2% al 2,4% en septiembre, según el informe final de la Oficina Federal de Estadística (Destatis). El índice de precios al consumidor (CPI) subió 0,2% respecto al mes anterior, mientras que la inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, alcanzó 2,8% anual, reflejando presiones persistentes en el núcleo de la economía. El índice armonizado de precios al consumidor (HICP) también subió 2,4% en términos interanuales, confirmando la consistencia de los datos preliminares.
La combinación de un sentimiento económico ligeramente positivo y presiones inflacionarias crecientes genera un panorama mixto para Alemania, donde la recuperación se percibe en el horizonte, pero los riesgos sobre el poder adquisitivo y la estabilidad de precios siguen presentes. Los analistas destacan que la moderada mejora del ZEW podría ser insuficiente para compensar la preocupación por la inflación y los desafíos globales, como la guerra en Ucrania, la energía y las tensiones comerciales internacionales.
En conclusión, Alemania se encuentra en un momento de transición, con optimismo a medio plazo frente a un entorno actual complicado. La subida de la inflación al 2,4% y los índices de situación negativa indican que las empresas y los consumidores siguen bajo presión, y que la política económica y monetaria deberá equilibrar crecimiento y control de precios para sostener la recuperación.
