El Banco de Inglaterra pisa el freno: Pill anticipa una estrategia prudente para bajar los tipos
El economista jefe del Banco de Inglaterra (BoE), Huw Pill, ha enfriado este viernes las expectativas de una rápida relajación monetaria en Reino Unido. En su intervención en el congreso anual del Institute of Chartered Accountants of England and Wales (ICAEW), Pill instó a actuar con “cautela” ante los recortes de tipos, subrayando que la prioridad sigue siendo llevar la inflación al objetivo del 2 %.
El responsable económico del Banco de Inglaterra insistió en que el Comité de Política Monetaria (MPC) debe avanzar “con prudencia” en la retirada de las medidas restrictivas, para garantizar que la desinflación continúe de forma sostenible. Pill describió la última decisión de mantener sin cambios el tipo de interés oficial como “un salto, no una pausa”, dentro del proceso de normalización monetaria.
A pesar de reconocer avances en la reducción de la inflación, Pill advirtió que el proceso sigue siendo frágil y desigual, especialmente por la persistencia de precios elevados en alimentos y servicios. Señaló que existe el riesgo de que “las dinámicas inflacionarias autosostenidas” se integren en las expectativas del público, lo que podría dificultar el retorno definitivo al objetivo del 2 %.
El economista jefe también destacó que espera nuevos recortes de tipos a lo largo de 2026, si la economía evoluciona como proyecta el banco central, pero advirtió que se debe evitar “recortar demasiado o demasiado rápido”. Esta postura se interpreta como una señal de prudencia ante la volatilidad global y los posibles impactos de los conflictos comerciales y energéticos en los precios.
Los mercados financieros reaccionaron con calma tras sus declaraciones, manteniendo las previsiones de que el primer recorte de tipos podría producirse a comienzos de 2026. Analistas consultados por Reuters consideran que el BoE quiere evitar un escenario como el de 2022, cuando los recortes prematuros fueron seguidos por un repunte inflacionario inesperado.
En paralelo, el BoE sigue de cerca la evolución del mercado laboral británico y los datos de consumo interno, dos indicadores clave que determinarán la velocidad del próximo ciclo monetario. Pill subrayó que el objetivo del banco es preservar la estabilidad y no comprometer la credibilidad lograda en los últimos meses de desinflación.
