El Banco de Japón se prepara para subir tipos: Takata ve condiciones favorables tras disiparse el temor a los aranceles de EE. UU.
El Banco de Japón (BoJ) vuelve a situarse en el centro del debate global. Hajime Takata, uno de los miembros más influyentes de su junta directiva, aseguró este lunes que “ya existen las condiciones” para elevar los tipos de interés, ahora que el país ha logrado estabilizar su inflación por encima del objetivo del 2 % y se han disipado los temores a los aranceles estadounidenses. El anuncio reaviva las expectativas de un giro histórico en la política ultraexpansiva japonesa.
Durante un encuentro con empresarios en Hiroshima, el miembro del consejo del Banco de Japón, Hajime Takata, defendió que el entorno económico actual ofrece margen suficiente para iniciar un proceso gradual de subida de tipos de interés, algo que el país no experimenta desde hace casi dos décadas.
“El objetivo de inflación del 2 % se ha mantenido durante un tiempo, y el consumo privado continúa mostrando una recuperación moderada”, declaró Takata, quien destacó que los riesgos derivados de la guerra comercial con Estados Unidos han disminuido significativamente. Los recientes informes del Tankan, indicador clave de confianza empresarial, muestran estabilidad en el sector industrial, lo que sugiere que la economía japonesa ha resistido sin grandes daños la volatilidad de los mercados globales.
La postura de Takata supone un cambio de tono relevante dentro del Banco de Japón, históricamente reacio a ajustar su política de tipos negativos. Con la inflación estabilizada y el yen mostrando debilidad frente al dólar, varios analistas anticipan que el BoJ podría anunciar un incremento simbólico antes de finalizar el año fiscal.
El contexto internacional también favorece esta decisión. A diferencia de episodios anteriores, la reciente bajada de tipos de la Reserva Federal estadounidense no limita la flexibilidad de Tokio. “La economía de Estados Unidos sigue firme, y eso nos da margen para actuar sin temer fugas de capital”, afirmó Takata.
La posibilidad de una subida de tipos ha generado reacciones mixtas en los mercados. Mientras el yen se mantuvo débil en torno a los ¥151 por dólar, el Nikkei 225 cerró la sesión con un ligero avance del 0,8 %, impulsado por valores financieros y aseguradoras, que se beneficiarían de un entorno de tipos más altos. En contraste, las acciones de exportadoras mostraron cierta cautela ante la posibilidad de un encarecimiento de la moneda en el medio plazo.
Para los analistas, el mensaje de Takata es un paso más en la normalización monetaria que el gobernador Kazuo Ueda ha venido preparando desde hace meses. “El Banco de Japón está midiendo cuidadosamente cada palabra, pero el consenso interno parece inclinarse hacia un primer ajuste antes de marzo”, explicó Norihiro Yamaguchi, economista jefe de Daiwa Securities.
El BoJ enfrenta el reto de mantener el crecimiento sin ahogar la demanda interna, especialmente en un contexto en el que los hogares japoneses aún perciben el alza de precios como una presión sobre su poder adquisitivo. Takata, sin embargo, se mostró optimista: “El gasto de los consumidores se mantiene sólido, y la inversión empresarial sigue en expansión. Japón está preparado para dar este paso”.
El debate sobre los tipos de interés japoneses cobra relevancia global, ya que el país ha sido durante años el último bastión de la política monetaria ultralaxa, con tipos negativos y control de la curva de rendimientos. Una subida, aunque modesta, marcaría un punto de inflexión histórico y podría influir en los flujos de capital internacionales, especialmente en los mercados asiáticos.
El discurso de Hajime Takata envía una señal clara: el Banco de Japón se encamina hacia el fin de la era del dinero ultrabarato. Con la inflación estabilizada, el consumo en recuperación y los temores comerciales disipados, el país se dispone a abandonar la excepción monetaria que ha caracterizado su economía por más de una década. El mercado ya lo sabe: el reloj de la normalización japonesa ha empezado a moverse.