El Banco Nacional de Suiza mantiene los tipos en el 0% y prevé una inflación por debajo del 1% hasta 2027
El Banco Nacional de Suiza (BNS) decidió este jueves mantener su tipo de interés de referencia en el 0%, al considerar que la inflación se ha situado ligeramente por debajo de lo previsto en los últimos meses, mientras que las presiones inflacionistas a medio plazo apenas han variado. La entidad destaca que la economía mundial creció con más fuerza de lo esperado en el tercer trimestre, pero mantiene una postura de máxima prudencia ante la incertidumbre generada por los aranceles estadounidenses y las tensiones comerciales. Sus nuevas previsiones sitúan la inflación suiza entre el 0,2% y el 0,6% hasta 2027, con un crecimiento del PIB cercano al 1,5% en 2025 y alrededor del 1% en 2026.
El BNS congela los tipos en el 0% en un entorno de mayor crecimiento global
El Banco Nacional de Suiza (BNS) anunció este jueves que mantiene su tipo de interés de referencia en el 0%, consolidando así su estrategia de estabilidad monetaria en uno de los entornos de inflación más benignos del mundo desarrollado. En su comunicado, la institución subraya que en los últimos meses la inflación suiza ha sido ligeramente inferior a lo esperado, aunque las presiones inflacionistas a medio plazo se mantienen prácticamente sin cambios respecto a la revisión de septiembre.
El banco central destaca, además, que en el tercer trimestre la economía mundial creció con más fuerza de lo previsto, lo que aporta un cierto colchón de apoyo a la actividad exportadora de Suiza. Sin embargo, advierte de que los aranceles de Estados Unidos y la incertidumbre en torno a la política comercial global siguen pesando sobre el panorama macroeconómico y justifican una postura prudente en materia de tipos.
Inflación controlada: por debajo del 1% hasta 2027
En el capítulo de previsiones, el BNS traza un escenario de inflación extraordinariamente contenida para los próximos años. La institución espera que la tasa anual de inflación en Suiza se sitúe en torno al 0,2% en 2025, aumente ligeramente hasta el 0,3% en 2026 y alcance solo el 0,6% en 2027. Este perfil confirma a Suiza como uno de los países con menor presión de precios del entorno europeo, muy lejos de las tasas observadas en la zona euro o en Estados Unidos en los últimos años.
La combinación de un franco suizo fuerte, una política monetaria históricamente prudente y una estructura económica intensiva en sectores de alto valor añadido ha permitido contener las tensiones de precios. Para el BNS, este margen le otorga la posibilidad de mantener los tipos en el 0% sin poner en riesgo la estabilidad de precios, al tiempo que preserva cierto apoyo a la actividad económica.
PIB moderado: 1,5% en 2025 y alrededor del 1% en 2026
En cuanto al crecimiento, el banco central proyecta que el PIB suizo se expandirá cerca de un 1,5% en 2025 y en torno a un 1% en 2026. La institución considera que se trata de un ritmo compatible con la estabilidad macroeconómica y coherente con la estructura de la economía helvética, highly especializada en servicios financieros, farmacéuticas, bienes industriales de precisión y turismo.
El BNS reconoce que el entorno externo ha sido algo más favorable de lo previsto en el tercer trimestre, ya que muchas economías han mostrado un crecimiento más robusto de lo esperado, pese al impacto de los aranceles estadounidenses sobre el comercio internacional. Esta circunstancia favorece indirectamente a Suiza, cuya economía es altamente abierta y dependiente de la demanda exterior.
Presiones externas: aranceles y riesgos comerciales
A pesar del tono relativamente positivo sobre la actividad global, el banco central suizo insiste en que los riesgos externos siguen siendo significativos. La persistencia de tensiones comerciales, los posibles cambios en los esquemas de tarifas aduaneras y el riesgo de fragmentación de cadenas de suministro continúan amenazando el comercio mundial.
En este contexto, el BNS ve apropiado mantener una postura neutral en tipos, evitando tanto un endurecimiento que pudiera frenar innecesariamente la actividad como una relajación excesiva que alimentara desequilibrios financieros o nuevas burbujas en activos. El mensaje es claro: la estabilidad de precios está bajo control, pero el entorno global no permite complacencias.
Suiza, un caso singular en el mapa monetario europeo
Con esta decisión, el Banco Nacional de Suiza refuerza su papel como actor singular en el paisaje monetario europeo, en el que otros bancos centrales siguen equilibrando el combate contra la inflación con el riesgo de enfriar demasiado sus economías. Mientras la zona euro y otras jurisdicciones han tenido que gestionar tasas de inflación muy por encima del 2%, Suiza se mueve en un escenario donde la prioridad no es tanto frenar los precios como evitar una dinámica excesivamente desinflacionista.
Para los inversores, el mensaje del BNS combina continuidad y previsibilidad: tipos al 0%, inflación contenida durante varios años y crecimiento moderado. A corto plazo, esto podría seguir respaldando la percepción de Suiza como refugio financiero, aunque el banco central mantiene su vigilancia sobre el franco suizo y no descarta actuar en los mercados si detecta movimientos desordenados que amenacen sus objetivos de estabilidad.