Europa abre en verde tras la Fed y mira ya a la semana clave del BCE y el Banco de Inglaterra

Las bolsas europeas arrancan al alza: el mercado descuenta el “efecto Fed” y se prepara para el veredicto del BCE

Las principales plazas europeas han abierto este viernes con subidas mientras los inversores digieren el último recorte de tipos de la Reserva Federal y sus nuevas proyecciones macro. Con el BCE y el Banco de Inglaterra a la vuelta de la esquina, la sesión arranca en “modo espera”, con el foco puesto en lo que viene: el tono de los bancos centrales y su hoja de ruta para 2026.

Las bolsas europeas arrancan al alza: el mercado descuenta el “efecto Fed” y se prepara para el veredicto del BCE
Las bolsas europeas arrancan al alza: el mercado descuenta el “efecto Fed” y se prepara para el veredicto del BCE

Europa abre en verde, pero con el freno puesto

Las bolsas europeas han arrancado la sesión del viernes con avances moderados, en una apertura que mezcla alivio y prudencia. Alivio, porque el mercado sigue celebrando el último movimiento de la Reserva Federal de Estados Unidos —un recorte de tipos de 25 puntos básicos— y, sobre todo, la lectura que deja su mensaje: tipos más bajos, sí, pero con una economía que todavía aguanta y con unas previsiones de crecimiento que no se han derrumbado. Prudencia, porque la foto no está completa: la semana que viene llega el turno del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de Inglaterra (BoE), y ahí es donde puede cambiar el guion.

En los primeros compases de la jornada, el DAX alemán subía un 0,38%, apoyado en el tirón de Siemens, que avanzaba más de un 3%. El Euro Stoxx 50 ganaba un 0,35%, con Prosus entre los valores destacados. En Francia, el CAC 40 iniciaba el día con un +0,22% y en Londres el FTSE 100 se anotaba un +0,27%, impulsado por el repunte de Fresnillo.

DAX
Euro Stoxx 50

 

El “efecto Fed”: recorte de tipos y proyecciones al alza

La clave que está moviendo el tablero es la combinación de dos mensajes: por un lado, la Fed recorta tipos; por otro, acompaña esa decisión con un cuadro macro que, en líneas generales, transmite que la economía estadounidense sigue avanzando. Ese binomio suele tener un impacto inmediato en el apetito por riesgo: mejora el sentimiento porque baja el coste del dinero, pero se mantiene la expectativa de actividad si el crecimiento no se desploma.

Ahora bien, el mercado no compra historias completas: compra matices. Y el matiz de fondo es el mismo de las últimas semanas: el camino de 2026 será, probablemente, menos lineal de lo que muchos desearían. La pregunta ya no es si el recorte se produjo —porque ya está hecho— sino qué vendrá después y a qué ritmo. Ese debate, que en Estados Unidos gira alrededor de inflación, empleo y la sensibilidad de la Fed al ciclo, en Europa se traslada a un dilema propio: crecimiento débil en parte del continente y una inflación que puede dar sustos si se reabre la presión de costes.

Próxima parada: BCE y Banco de Inglaterra, con el listón de expectativas muy alto

Con la Fed ya en el retrovisor, el mercado mira al calendario: la próxima semana el BCE y el BoE deben pronunciarse, y el inversor quiere algo más que una decisión puntual. Quiere orientación. Quiere señales sobre si el ciclo monetario europeo se va a mover en paralelo a Estados Unidos o si la divergencia —por estructura económica y por dinámica de precios— se va a ampliar.

En ese sentido, la sesión del viernes funciona como un “puente” psicológico: Europa rebota con la inercia del día después, pero muchos gestores están en modo posicionamiento defensivo. En términos prácticos, eso suele traducirse en rotaciones selectivas: algo más de peso en compañías de balance sólido, algo más de sensibilidad a los sectores que se benefician de tipos más bajos, y una vigilancia constante a los segmentos donde el mercado está más “caro” o más dependiente de que se cumpla el guion perfecto.

Divisas: euro y libra, en pausa frente al dólar

En el mercado de divisas, el mensaje también es de espera. Tanto el euro como la libra se mantenían prácticamente planos frente al dólar en el inicio de la jornada, un síntoma claro de que el inversor no quiere correr demasiado antes de que hablen los bancos centrales europeos. Cuando el tipo de cambio se queda “quieto” en días como este, suele ser por una razón: falta un catalizador inmediato y el mercado prefiere no sobreinterpretar el movimiento anterior.

Lo relevante aquí es que, tras el recorte de la Fed, el dólar no necesariamente pierde fuerza de forma automática. Todo depende del relato: si la Fed recorta porque “puede” y la economía mantiene tracción, el billete verde puede sostenerse; si recorta porque el ciclo se deteriora rápido, el dólar puede reaccionar distinto. Ese equilibrio, y cómo lo perciban los inversores globales, seguirá condicionando el pulso del euro y la libra.

Qué debe vigilar el inversor hoy

En una sesión como la de este viernes, el foco no está tanto en el dato de última hora como en la lectura de conjunto. El mercado necesita comprobar si la subida de apertura se consolida o si se diluye en el típico patrón de “subo por inercia y recorto por cautela”. En paralelo, se observará si el impulso se concentra en unos pocos valores o si se extiende de forma más homogénea, algo que suele indicar mayor convicción.

En resumen: Europa empieza el día en positivo, sí, pero con una idea clara en la cabeza. La Fed ya habló. Ahora falta lo más incómodo: que hablen Frankfurt y Londres. Y ahí es donde se decidirá si este rebote es un simple respiro de final de semana o el inicio de un nuevo tramo de mercado con respaldo real.

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