Mercado laboral global bajo la lupa

Canadá ve estancado su empleo: desempleo se mantiene en 7,1 % pese a creación de puestos

La tasa de desempleo en Canadá se situó en 7,1 % en septiembre, sin variación respecto al mes anterior, según Statistics Canada. Aunque se crearon cerca de 60.000 empleos, el panorama laboral sigue mostrando síntomas de desaceleración, con importantes pérdidas en el comercio y señales de enfriamiento en el mercado.
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E PA / M A U R I T Z A N T I N

El más reciente informe de Statistics Canada revela que en septiembre la tasa de desempleo canadiense se mantuvo en 7,1 %, exactamente el mismo porcentaje que en agosto. Esto sugiere que, pese a ciertas mejoras cuantitativas en la creación de empleo, la evolución del mercado laboral no escapa de la incertidumbre estructural.

Según el reporte, se generaron 60.000 nuevos empleos en el mes (un aumento mensual del 0,3 %). La tasa de empleo, que mide la proporción de la población activa que está ocupada, subió 0,1 puntos porcentuales hasta 60,6 %.
El sector manufacturero fue el que más empleo aportó, con 28.000 puestos, mientras que el comercio mayorista y minorista perdió 21.000 empleos. Además, dentro del detalle de la creación laboral, los empleos a tiempo completo aumentaron en 106.000, pero los puestos a tiempo parcial se redujeron en 46.000.
El salario promedio por hora también presentó avance: creció un 3,3 %, hasta 36,78 dólares canadienses, en comparación con el mismo mes del año anterior.

Para entender mejor el significado de estos números, conviene mirar hacia atrás y al entorno macroeconómico. En agosto, el mercado laboral ya mostraba signos de fragilidad: se habían perdido 66.000 empleos en ese mes, y la tasa de desempleo se elevó a 7,1 %, el nivel más alto desde mayo de 2016, excluyendo los años de la pandemia. 

La creación de empleo positivo en septiembre compensa parcialmente caídas previas, pero no señala un repunte contundente. De hecho, el crecimiento en el empleo ha sido desigual, con los sectores de comercio perdiendo terreno, mientras manufactura o industrias técnicas intentan sostener la actividad. 

Otro dato relevante se encuentra en el índice de gerentes de compras (PMI) de servicios: con una lectura de 46,3 en septiembre, muestra una contracción del sector servicios, que suele ser menos volátil, agravando las dudas sobre la fortaleza del mercado laboral. 

 

El Banco de Canadá, consciente del deterioro en el mercado laboral, recortó su tasa de política monetaria en 25 puntos básicos, llevándola a 2,5 % en septiembre. 

En el comunicado oficial, el banco reconoció que el empleo ha bajado en los últimos dos meses y que el mercado laboral muestra señales de debilidad, lo que puede presionar hacia más estímulo monetario si las condiciones empeoran. 

Economistas proyectan que, si la tendencia actual se mantiene, la tasa de desempleo podría subir hasta 7,5 % antes de fin de año

 

Riesgos a vigilar:

  • Si el debilitamiento del empleo se extiende, puede arrastrar la demanda interna y debilitar el crecimiento económico.

  • La contracción del sector servicios, si se profundiza, podría tener efectos en cascada sobre la estabilidad del mercado laboral.

  • La presión comercial de Estados Unidos y los aranceles sobre exportaciones canadienses ya han sido señalados como una de las principales cargas que limitan la inversión y el empleo en Canadá. 

Oportunidades y reservas de optimismo:

  • El aumento salarial respalda cierto dinamismo y permite que el consumo no se desplome de inmediato.

  • Sectores como manufactura, construcción y nichos tecnológicos pueden amortiguar la caída en otros segmentos.

  • Si la economía global se recupera y los estímulos monetarios e fiscales acompañan, es posible que Canadá pueda estabilizar su crecimiento hacia fines de 2025.

En síntesis, Canadá atraviesa un momento de equilibrio frágil: la tasa de desempleo se mantiene en 7,1 %, gracias a un impulso en creación de empleo que contrasta con pérdidas previas en otros meses. Pero las señales de enfriamiento en servicios y comercio, combinadas con presión arancelaria y una política monetaria que ya ha iniciado moderación, advierten que el terreno no está libre de riesgos. En los próximos meses, será decisivo observar si las cifras laborales revierten esta tendencia o si el país entra en un ciclo de debilitamiento más profundo.

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