El Euro Stoxx, el DAX y el CAC cierran en rojo: el mundo atento al anuncio del BoE
Las bolsas europeas cerraron la sesión de este martes con pérdidas sustanciales, mientras los inversores contienen la respiración a la espera del próximo anuncio del Banco de Inglaterra (BoE), previsto para este jueves. A la par, los mercados digieren datos recientes que muestran presiones inflacionistas persistentes en Italia, señales mixtas sobre el desempleo en el Reino Unido y una producción industrial de la eurozona que no termina de repuntar con fuerza.
En una jornada marcada por la cautela y la incertidumbre, los principales índices europeos registraron caídas significativas: el DAX alemán retrocedió alrededor de un 1,7 %, el CAC 40 francés perdió cerca del 1 %, el Euro Stoxx 50 se dejó un 1,25 %, y el FTSE 100 británico cedió un 0,88 %. Estas pérdidas reflejan el nerviosismo ante lo que podría anunciarse en la reunión del Bank of England, donde se espera que mantenga su tasa de interés referencial sin cambios, aunque los analistas se mantienen alerta a cualquier matiz en la comunicación que sugiera futuros movimientos.
El telón de fondo para este panorama lo componen varios elementos: primero, la inflación italiana ha sorprendido al alza, lo que reaviva los temores sobre la presión de los precios en la periferia europea —una zona que ya ha venido soportando mayores costes energéticos, logísticos y de materias primas. Segundo, en el Reino Unido la tasa de desempleo se mantiene en niveles sensibles, cercanos al 4,7 %, y aunque no hay señales de un colapso del mercado laboral, los datos recientes muestran un enfriamiento del empleo que podría condicionar al BoE.
En cuanto a la eurozona, la producción industrial no ha logrado recuperar completamente el vigor de trimestres anteriores. Factores como la elevada fortaleza del euro, que reduce la competitividad exportadora, junto con la incertidumbre internacional (aranceles, tensiones geopolíticas), están lastrando la recuperación. Las previsiones macroeconómicas del Banco Central Europeo (BCE) indican que la inflación media para 2025 se situará en torno al 2,1 %, con una moderada caída hacia 2026 y 2027 si no surgen nuevos choques negativos.
El tipo de cambio del euro frente al dólar reflejó algo de fortaleza, mientras que la libra también mostró leves ganancias, influenciadas por expectativas mixtas sobre la política monetaria británica. Los mercados están muy pendientes no sólo de la tasa que fije el BoE, sino de sus perspectivas sobre crecimiento, inflación, empleo y las señales de si pronto vendrán recortes adicionales o incluso una prolongación del statu quo.
La escena que se dibuja para los próximos días es clara: indicadores económicos complementarios, como los de consumo, salarios, y la evolución energética, jugarán un papel crucial. Si bien la inflación parece estar capitaneando la conversación, la recuperación económica sigue siendo frágil. Las decisiones de política monetaria, tanto del BoE como del BCE, serán evaluadas no sólo por lo que hagan, sino por cómo lo comuniquen, pues los matices importan más que nunca en mercados sensibles a la expectativa.