Economía europea al microscopio

Inflación suiza en septiembre: 0,2 % anual y señales de calma en el frente de los precios

La inflación en Suiza se mantuvo sin cambios en septiembre, con un repunte interanual del 0,2 % y una caída mensual del 0,2 %, según el informe del organismo nacional de estadística. Las cifras reflejan una estabilidad marcada en sectores como transporte y turismo, aunque los precios de muebles y tejidos tiran al alza. Este escenario adquiere particular relevancia en medio de una política monetaria acomodaticia por parte del Banco Nacional Suizo (SNB), que mantiene su tasa de referencia en cero.

EPA/VALENTIN FLAURAUD
EPA/VALENTIN FLAURAUD Inflación suiza en septiembre: 0,2 % anual y señales de calma en el frente de los precios

La Oficina Federal de Estadística de Suiza publicó un nuevo avance de inflación para septiembre, confirmando que los precios al consumidor crecieron 0,2 % en comparación con el mismo mes del año anterior, prácticamente igual que en los meses de julio y agosto. En comparación con agosto, el índice general cayó un 0,2 %.

Este escenario de estabilidad se sostiene sobre varios factores contrapuestos: una bajada en los precios de alojamientos suplementarios, hoteles, paquetes turísticos internacionales y transporte aéreo, frente a incrementos en los precios de tejidos, muebles para sala o despacho, y frutas como bayas. Según el informe, esos movimientos de demanda y oferta permitirían contener el avance general de los precios.

Cuando se excluyen alimentos frescos y energía —el llamado indicador de inflación subyacente— la variación mensual fue −0,2 %, mientras que su tasa anual alcanzó +0,7 %. Adicionalmente, el índice armonizado de precios al consumo (HICP), una medida con metodología comparable a la usada en la UE, registró una caída del 0,3 % mensual y se mantuvo sin cambio en su tasa interanual.

Energía, divisas y carácter estructural de la inflación suiza

Una ventaja de Suiza frente a muchas economías de la eurozona es su bajo peso relativo de la energía en la cesta de consumo doméstico y su matriz energética menos dependiente del gas exterior. Esto permite que los choques internacionales en los precios de los combustibles se transmitan con menos fuerza al índice general. Además, la apreciación del franco frente al euro y al dólar tiende a abaratar las importaciones, lo que ejerce presión a la baja sobre los precios de bienes importados. 

De hecho, Suiza ha experimentado episodios de deflación o inflación muy baja en diversas ocasiones históricas recientes, lo que muestra la sensibilidad de su economía a variaciones externas y su capacidad defensiva ante choques de precios globales. 

Política monetaria: entre estímulo y cautela del SNB

El escenario de inflación moderada —e incluso con tensiones al alza en algunos rubros— se produce mientras el Banco Nacional Suizo (SNB) mantiene su tasa de interés de referencia en 0 %, según su decisión más reciente. 

Esta postura refleja un equilibrio delicado: por un lado, el SNB enfrenta presiones para recortar tasas en caso de que la inflación pierda vigor; por otro, debe estar atento a riesgos de depreciación del franco o tensiones financieras. En su último anuncio, el banco advirtió sobre el impacto de los nuevos aranceles estadounidenses sobre las exportaciones suizas, particularmente en maquinaria y relojería, lo que rebaja el escenario de crecimiento para 2026 por debajo del 1 %. 

Algunos analistas proyectan que la inflación podría repuntar gradualmente hasta 0,5 % en 2026 y 0,7 % en 2027. No obstante, el margen para maniobrar es estrecho si las presiones deflacionarias reaparecen o si el crecimiento exterior se debilita.

Si bien la cifra de 0,2 % puede parecer modesta o incluso optimista, la clave está en la flexibilidad y el monitoreo constante de variables sectoriales y externas. En un contexto global marcado por tensiones comerciales, variantes energéticas y volatilidad de divisas, incluso una inflación contenida exige precaución.

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