El Nasdaq firma su peor semana desde abril mientras crecen los temores por la economía y la burbuja de la IA
El Nasdaq Composite retrocedió un 0,21% hasta los 23.004,54 puntos, arrastrado por nuevas pérdidas en las grandes tecnológicas vinculadas a la inteligencia artificial. En contraste, el S&P 500 subió un 0,13% y cerró en 6.728,80 puntos, mientras que el Dow Jones Industrial Average avanzó un 0,16% hasta los 46.987,10 puntos. A pesar del rebote final de la jornada, los tres principales índices de Wall Street terminaron la semana en rojo.
El Nasdaq acumuló una caída semanal del 3%, su mayor retroceso desde principios de abril, cuando se desplomó un 10%. Tanto el S&P 500 como el Dow Jones cedieron más de un 1% en el mismo periodo, reflejando el nerviosismo de los inversores ante la combinación de altos niveles de valoración en el sector tecnológico y la parálisis de datos provocada por el cierre gubernamental.
El shutdown prolonga la incertidumbre económica
El cierre del Gobierno de EE. UU. —el más largo de la historia— continúa afectando a la disponibilidad de indicadores clave, como el informe de empleo de octubre, que no pudo publicarse por segundo mes consecutivo. Economistas esperaban una pérdida de 60.000 empleos y un aumento del desempleo al 4,5%. Esta falta de información, según analistas, “ha dejado a los inversores volando a ciegas”.
El índice de confianza del consumidor de la Universidad de Míchigan cayó a 50,3 puntos, su nivel más bajo en más de tres años, evidenciando un creciente pesimismo entre los hogares estadounidenses. A esto se suma un repunte en los anuncios de despidos, que alcanzaron su máximo para un mes de octubre en 22 años, según la consultora Challenger, Gray & Christmas.
La incertidumbre se reflejó también en el sector del transporte: el secretario de Transporte, Sean Duffy, anunció un recorte del 10% en los vuelos en 40 aeropuertos principales, medida que podría afectar hasta 4.000 operaciones diarias.
El peso de la tecnología y la burbuja de la IA
El retroceso del Nasdaq estuvo marcado por nuevas caídas en los grandes valores tecnológicos. Oracle perdió casi un 2% en la sesión, acumulando un descenso del 9% en la semana. AMD cayó un 9% y Broadcom, más de un 5%. Las acciones de Nvidia, Tesla y Microsoft también retrocedieron con fuerza, reflejando el enfriamiento de la euforia por la inteligencia artificial que había impulsado al mercado durante meses.
Analistas como Leah Bennett, de Concurrent Asset Management, advirtieron que las valoraciones “siguen demasiado altas” y que es lógico ver una corrección: “Estamos quitando aire a la burbuja, algo saludable a corto plazo”. Otros, como Brad Gerstner, de Altimeter Capital, coinciden en que la reciente caída es una “pausa necesaria” tras un rally del 40% en el Nasdaq desde abril.
No obstante, el entusiasmo por la IA no ha desaparecido del todo. “El gasto en inteligencia artificial sigue ahí. Esta corrección no marca el final del rally, sino una consolidación”, afirmó Bennett en CNBC.
Factores adicionales: Musk, JBS y el mercado global
El cierre semanal también estuvo marcado por noticias corporativas de gran impacto. Tesla confirmó la aprobación por parte de sus accionistas del paquete salarial de un billón de dólares para Elon Musk, el mayor en la historia corporativa, mientras que el presidente Trump ordenó al Departamento de Justicia investigar a grandes procesadoras de carne extranjeras como JBS por presunta manipulación de precios.
En el plano global, las advertencias del Banco de Inglaterra y del FMI sobre una posible burbuja de la IA añadieron presión a los mercados. El gobernador Andrew Bailey alertó de los riesgos de un “exceso de entusiasmo” en las valoraciones tecnológicas, mientras Bitcoin volvió a caer por debajo de los 100.000 dólares, reforzando el sentimiento de cautela entre los inversores.
El cierre semanal en Wall Street reflejó un clima de volatilidad y prudencia. El entusiasmo por la inteligencia artificial comienza a encontrar resistencias en un entorno económico incierto, marcado por la falta de datos oficiales y las tensiones políticas en Washington. El mercado, aunque todavía optimista a medio plazo, parece estar entrando en una fase de respiración necesaria tras meses de euforia bursátil.

