El Nikkei se hunde un 2,2% y arrastra a Asia: la inflación japonesa sorprende y desata ventas en la región
Las bolsas de Asia-Pacífico cerraron con fuertes descensos tras la publicación de nuevos datos económicos en Japón que mostraron un repunte de la inflación en noviembre y una actividad de servicios estancada. La volatilidad en Wall Street y el anuncio de un relevo en la cúpula de Samsung añadieron presión a unos mercados ya sensibles a las señales macro.
Las principales bolsas de la región Asia-Pacífico registraron pérdidas significativas este viernes, sacudidas por un nuevo repunte de la inflación en Japón y por la falta de dinamismo en el sector servicios, que se mantuvo sin cambios en noviembre. La combinación de estos datos, junto con una sesión volátil en Wall Street, impulsó una ola de ventas que afectó a todos los mercados asiáticos de referencia.
El índice Nikkei 225 cayó un 2,2 %, encadenando su peor jornada del mes, después de que las cifras publicadas por Tokio confirmaran que los precios continúan al alza en sectores clave de la economía. El dato pone en entredicho la estabilidad del proceso de normalización monetaria del Banco de Japón, cuya estrategia sigue bajo estrecha vigilancia de los inversores globales.
En Hong Kong, el Hang Seng retrocedió un 1,99 %, presionado por el sentimiento negativo generalizado y por la expectativa de menor actividad china en el corto plazo. En Corea del Sur, el Kospi sufrió una caída más abrupta, del 3,6 %, golpeado además por el anuncio de un cambio de liderazgo en Samsung Electronics, que nombró a Roh Tae-moon como nuevo co-CEO de la compañía. La noticia generó incertidumbre adicional en el sector tecnológico, un componente clave para el mercado coreano.
En el resto de la región, el tono también fue decididamente bajista. El índice australiano S&P/ASX 200 se dejó un 1,46 %, mientras que en China continental los retrocesos se amplificaron: el Shanghai Composite cayó un 1,1 % y el Shenzhen Composite descendió un 2,32 %. La combinación de debilidad macro en Japón y dudas persistentes sobre la recuperación china generó un escenario adverso para el apetito por el riesgo.
La jornada estuvo también marcada por los movimientos en el mercado de divisas. El dólar cedió un 0,09 % frente al yen, situándose en torno a ¥157,44, aunque la depreciación fue moderada. La presión sobre la moneda estadounidense refleja la reacción habitual de los inversores ante episodios de volatilidad y datos inflacionarios inesperados, moviéndose hacia activos considerados refugio.
Los analistas coinciden en que la sesión es una muestra más de la sensibilidad de los mercados asiáticos a los indicadores provenientes de Japón, un país cuya política monetaria ultraexpansiva aún marca el comportamiento de buena parte del capital regional. Un repunte en la inflación, incluso ligero, aumenta la posibilidad de ajustes en los próximos meses y eleva la incertidumbre para los sectores más dependientes del crédito.
Al mismo tiempo, la corrección observada en Wall Street el día anterior alimentó la aversión al riesgo en la región. La combinación de señales contradictorias en Estados Unidos, tensiones persistentes en China y sorpresas macroeconómicas en Japón ha creado un entorno en el que cada dato relevante puede desencadenar fuertes movimientos de mercado.
Con los principales índices en rojo y el sentimiento inversor debilitado, los operadores estarán atentos a los próximos indicadores en Japón y a la evolución del mercado estadounidense para determinar si la corrección asiática es un ajuste puntual o el inicio de un periodo de volatilidad prolongada.
