Norges Bank mantiene los tipos en el 4% y advierte: “no tenemos prisa por recortar tasas”
El banco central de Noruega decidió mantener su tipo de interés de referencia en el 4%, destacando que la lucha contra la inflación aún no ha terminado. La institución prevé posibles recortes más adelante, pero solo si las condiciones económicas lo permiten.
Norges Bank anunció este jueves que mantendrá sin cambios su tasa de política monetaria en el 4%, una decisión esperada por los mercados y que refleja la cautela del banco central ante una inflación que sigue por encima del objetivo oficial. El Comité de Política Monetaria y Estabilidad Financiera subrayó que “no ha habido cambios significativos en la economía noruega desde la reunión de septiembre”, por lo que se optó por la estabilidad en lugar de continuar con los ajustes.
La gobernadora Ida Wolden Bache afirmó que el trabajo para controlar la inflación “aún no está terminado” y que la entidad “no tiene prisa por reducir la tasa”, pese a los signos de moderación en el crecimiento económico. La inflación subyacente en Noruega permanece cercana al 3%, todavía por encima del objetivo del banco, mientras que la tasa de desempleo ha aumentado ligeramente y la utilización de la capacidad productiva se ha estabilizado.
“El desafío sigue siendo equilibrar el control de precios con la necesidad de no frenar en exceso la actividad económica”, explicó Wolden Bache. Aunque los analistas esperaban un tono algo más optimista, la gobernadora reiteró que la política monetaria seguirá siendo restrictiva hasta que haya evidencia clara de una convergencia sostenida hacia la meta de inflación.
La Norges Bank ha recortado los tipos en dos ocasiones este año —de 4,5% a 4%— como parte de una estrategia gradual para estimular la economía tras un ciclo prolongado de endurecimiento monetario. Sin embargo, la entidad enfatizó que cualquier movimiento futuro dependerá de cómo evolucionen las condiciones internas y globales.
Los últimos datos muestran que la economía noruega se mantiene equilibrada, aunque con ciertos signos de desaceleración en la inversión y el consumo. Las exportaciones de energía, un pilar clave del PIB del país, continúan aportando estabilidad, pero los sectores no energéticos aún no muestran un impulso sólido.
Los mercados financieros noruegos reaccionaron con moderación al anuncio. La corona noruega (NOK) se mantuvo estable frente al euro, mientras los rendimientos de los bonos a diez años apenas se movieron, lo que sugiere que los inversores ya habían descontado la decisión.
De cara a los próximos meses, el consenso entre los economistas apunta a que la primera rebaja de tipos podría llegar a principios de 2026, siempre que la inflación continúe moderándose y la actividad económica no se deteriore. Aun así, Wolden Bache advirtió que “el riesgo de una relajación prematura sigue siendo alto”, dejando claro que el banco mantendrá una postura prudente.