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El oro se dispara un 2,5% y supera los 4.100 $ por onza

El oro vuelve a brillar en los mercados internacionales. El metal precioso ha repuntado un 2,5 % hasta situarse en 4.105 $ por onza, impulsado por la caída del dólar y los datos económicos débiles en Estados Unidos, que refuerzan las apuestas sobre una próxima bajada de tipos por parte de la Reserva Federal.

El oro alcanza un nuevo máximo histórico de 4.200 dólares - UNSPLASH / Z LATA KY.CZ​​​​​​​​​​​​​​
El oro se dispara un 2,5 % y supera los 4.100 $ por onza - UNSPLASH / Z LATA KY.CZ​​​​​​​​​​​​​​

El mercado del oro ha comenzado la semana con fuerza. El metal dorado, considerado el refugio por excelencia en tiempos de incertidumbre, avanza un 2,5 % y vuelve a superar los 4.100 $ por onza, un nivel que no alcanzaba desde finales del verano. La subida refleja la creciente desconfianza de los inversores en la fortaleza económica de Estados Unidos y su moneda, al tiempo que se intensifican las expectativas de un giro dovish por parte de la Reserva Federal (Fed).

La debilidad del dólar ha sido el principal catalizador del repunte. Tras conocerse una serie de datos macroeconómicos decepcionantes, el billete verde perdió terreno frente a las principales divisas. El índice de confianza del consumidor estadounidense cayó en noviembre hasta su segundo nivel más bajo en la historia, mientras que las despedidas laborales alcanzaron un máximo de 22 años debido al retroceso en los sectores público y minorista.

Estas señales de enfriamiento alimentan la idea de que la Fed podría reducir los tipos de interés ya en su reunión del próximo mes, una medida que suele favorecer al oro, ya que disminuye el rendimiento de los activos en dólares y hace más atractivos los metales preciosos como reserva de valor.

El comportamiento alcista no se limitó al oro. La plata subió un 3,55 % hasta los 50,14 $ por onza, el platino avanzó un 1,98 % hasta 1.594 $, y el paladio ganó un 2,05 % hasta 1.411 $. En conjunto, los cuatro metales preciosos registraron una de sus mejores jornadas del trimestre.

La incertidumbre política también ha contribuido al movimiento. Aunque el Senado estadounidense aprobó por la mínima el primer paso de un proyecto de ley para poner fin al cierre de Gobierno más largo de la historia del país, la persistente tensión entre demócratas y republicanos mantiene la cautela de los mercados. Para los analistas, la conjunción de factores políticos, monetarios y laborales ha generado un entorno favorable para el oro, que actúa nuevamente como activo refugio.

El repunte de los metales preciosos coincide además con una corrección en los rendimientos de los bonos del Tesoro, otro signo de que los inversores están buscando refugio en activos más seguros ante la posibilidad de un deterioro económico en el cuarto trimestre.

En el plano internacional, la demanda física de oro también muestra signos de fortalecimiento, especialmente en Asia. India y China, dos de los mayores compradores mundiales, han incrementado sus importaciones ante la perspectiva de un invierno más frío y la búsqueda de estabilidad ante la volatilidad de las divisas.

Los analistas coinciden en que, si la Fed confirma una reducción de tipos en diciembre, el oro podría consolidarse por encima de los 4.100 $ e incluso acercarse a los 4.200 $ en las próximas semanas. Sin embargo, advierten de que un dato de inflación más fuerte de lo previsto o un repunte del dólar podría limitar el avance.

Por ahora, el metal dorado se beneficia de un entorno que combina tensión política, debilidad económica y expectativas de estímulo monetario, los ingredientes perfectos para mantener su brillo en un cierre de año dominado por la incertidumbre.

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